"TUTORIAL PARA JÓVENES GORILAS"
Con el tiempo Delfor llevó “La Revista Dislocada” a la televisión. De allí salieron” Carlitos Balá, Jorge Porcel y tantos otros.
Por su parte el gran Aldo Cammarota creó Telecómicos, otro éxito emblemático de la tele, y fue libretista de Tato durante varios años, incluido el año en que el peronismo los prohibió.
Cuando las hordas de López Rega tomaron los canales de televisión y los estatizaron en julio del 74, lo primero que hizo el interventor peronista de Canal 13 fue echar a Mirtha, a Tato y Aldo Cammarota que tuvo que irse para siempre del país. Falleció en Los Ángeles en febrero de 2002.
Aldo Cammarota, además de un tipo adorable, era un liberal puro y formó parte del Partido Nueva Fuerza fundado por Álvaro Alsogaray, mucho antes de que existiera el triángulo de hierro.
Vaya este recuerdo para alguien que sufrió la epidemia de polio infantil y, aún con todas sus limitaciones físicas, se transformó en uno de los más grandes humorista de la historia argentina, un verdadero liberal y un gorila querible que, entre otras cosas, inventó el término “gorila”.
Aclarado el punto, veamos por qué los gorilas deberían bajar un cambio.
En muchos hogares antiperonistas se está preparando la picada para disfrutar el momento tan ansiado: la detención de Cristina. Algo que, para muchos, podría ser inminente.
Más allá de que seguramente le darían la domiciliaria, muchos gorilas estarán soñando con la imagen de la policía llevándosela esposada al juzgado, con chaleco, casco, los móviles en la puerta de la casa y Mercedes Ninci transmitiendo en vivo para Radio Mitre.
Aunque el procedimiento no terminara siendo así, igual sería festejado por el gorilaje. Error. Sin entrar en el debate de la justicia y la corrupción, desde el punto de vista estrictamente político los gorilas se equivocan.
En el fondo, la detención de Cristina podría ser la mejor noticia que recibió el kirchnerismo desde la caída de las Torres Gemelas. Si hay algo que los peronistas saben hacer como los dioses es convertir la tragedia en épica y la condena en campaña electoral. De hecho, esto ya pasó. La historia argentina vivió algo muy parecido y, spoiler alert, no salió como los antiperonistas esperaban.
En 1955 Perón fue destituido y luego proscripto durante 18 años. Estaba prohibido nombrarlo en los medios y el diario La Prensa lo llamaba “el tirano prófugo”.
No pudo participar de las elecciones de 1958 (ganó Frondizi) y ni de las del 63 (ganó Illia). Sí pudo participar de los golpes a ambos expresidentes, pero ese es otro mambo.
Para colmo, cuando el General Lanusse llamó a elecciones le puso como condición que debía volver al país antes de agosto de 1972.
Perón no le dió ni cinco de pelota, lo puso de candidato a Cámpora que ganó en marzo del 73, asumió en mayo y en julio el propio General lo rajó. Ya en septiembre, Perón se presentó a las nuevas elecciones y ganó con el 62% de los votos. O sea, todo terminó al revés de lo que se pensó en 1955.
Usted dirá amigo lector que la proscripción y la persecución al peronismo no tiene nada que ver con andar revoleando bolsos con dólares, lavar guita con los hoteles, cobrar coimas con la obra pública y todo el choreo que hizo esta señora. Es verdad, pero en términos políticos se puede transformar en algo parecido.
Se podría alegar que ahora Cristina tendría las manos atadas porque al menos sería inhabilitada para ejercer cargos públicos. Pavadas, como si el peronismo no tuviera ya un tutorial sobre cómo resolver estos inconvenientes.
La detención de Cristina, lejos de ser su final, generaría una inmensa empatía del pueblo peronista y haría que hasta los peronistas más moderados, esos que hoy la miran con cara de "ya fue, compañera", tengan que cerrar filas y salir a defenderla. Kicillof, Massa, los gobernadores, los intendentes y los sindicalistas se verían obligados a verticalizarse (es lo que mejor saben hacer), arrodillarse ante Ella (les sale como los dioses) y volver a aplaudirla como focas (la especialidad de la casa). Habría peregrinación constante de dirigentes hacia su domicilio, como lo hubo cuando Perón estaba exiliado en Madrid.
Podríamos entender que los gorilitas más jóvenes no se den cuenta de todo esto y se entusiasmen con la eventual detención, pero si los viejos gorilones festejan querrá decir que no aprendieron nada de la historia.
Milei tiene herramientas para torcer este cuento. Llegado el momento habrá que avivarlo, antes de que el Topo Caputo le haga pisar el palito. Falta.
Mientras tanto, actualizamos las alternativas del match entre “son boludos” y “son corruptos”. Fue 4 a 4 en el partido, 5 a 5 en el alargue y hace una semana que están pateando penales sin poder sacarse ventaja.
El árbitro acaba de interrumpir la serie de penales y llamó a los capitanes a un costado de la cancha. Algo está por suceder. La tribuna ruge, el estadio tiembla.
Deben ser los gorilas, deben ser.
Boresztein es un genioooo
ResponderEliminarEl talento está en sus genes.
ResponderEliminarhttps://x.com/porquetendencia/status/1909058767909437926?ref_src=twsrc%5Egoogle%7Ctwcamp%5Eserp%7Ctwgr%5Etweet
ResponderEliminar