Sorpresa en la causa de Fabiola Yañez contra Alberto Fernández ante un nuevo testigo que podría “dar vuelta el partido”.
Marcelo “Petete” Trimarchi es un abogado socio de Matías Morla. En sus inicios se dedicó al futbol y su carrera transcurrió entre Deportivo Español y Atlético San Telmo. Marcelo es hermano de Maximiliano, el chofer de Diego Maradona que estuvo en la casa el día de su muerte. Andrea Trimarchi, hermana de ambos, llevaba prolijamente la contabilidad del astro. El defensor de Morla en la causa por el fallecimiento de Maradona, fue Mauricio D’Alessandro.
En la actualidad, Trimarchi tiene una fuerte presencia en redes, donde presume de un lujoso estilo de vida.
El nombre del delantero surgió en la causa de Fabiola contra Alberto a raíz de un informe que lo sitúa en un vuelo presidencial junto a la primera dama.
El rol del ex futbolista en la comitiva que acompañó a Fabiola en un viaje de tres días, entre el 23 y el 26 de junio de 2021, es desconocido, pero ese mismo día 26, Fabiola llamó al médico presidencial para consultarle por un golpe involuntario en su ojo derecho. Estas circunstancias despertaron el interés de la defensa de Alberto Fernández, que pretende poner a Petete en el banco de los testigos. La jugada parece riesgosa.
Desde El Disenso no encontramos ningún vínculo entre Alberto Fernández y el goleador de San Telmo. En cambio, lo hallamos muy cerca de Fabiola y, quizás, de sus abogados.
Petete nunca fue mencionado en el “circulo íntimo de Fabiola”. Por ejemplo, no participó en la famosa “Fiesta de Olivos”; sin embargo hay constancia de encuentros entre el goleador de San Telmo y la primera dama en otras ocasiones en las que el presidente no participó.
El 19 de enero de 2021, aún bajo régimen de distanciamiento social, Trimarchi ingresó a la Residencia Presidencial acompañado de Federico Abraham. El ingreso fue registrado a las 21:29 horas. Según las planillas, Sofía Pacchi y Rodrigo Villarreal habían llegado minutos antes. La velada se extendió hasta la medianoche.
Al mismo tiempo Alberto Fernández estaba en La Rioja ingresando al restaurant Famatina, dentro del Mac Royal Hotel. Allí cenó con el gobernador Quintela y el ministro Eduardo de Pedro. A la mañana siguiente, el presidente participó de un encuentro de gobernadores del norte argentino, que tuvo lugar en la capital riojana.
Aunque Trimarchi y Fernández parecen no haberse cruzado nunca, el futbolista ha expresado su cariño por Mariana Gallego y Mauricio D’Alessandro, los abogados que defienden a Fabiola dentro y fuera de la cancha judicial. ¿Será él quien los puso en contacto? Si este es el caso, la Dra. Carreira, abogada de Alberto, encontrará un testigo difícil.
El pasado 15 de septiembre desde El Disenso te contamos que, mientras Alberto Fernández estaba en La Rioja, Fabiola cenó con Marcelo Trimarchi en Olivos y que el mismo Trimarchi había acompañado a Fabiola en un viaje de 3 días a Misiones. Hoy una testigo confirmó que fue la encargada de arreglar el “nidito de amor” para la ocasión, y también de ir a buscar al goleador de San Telmo al aeropuerto para llevarlo al encuentro de Yañez que lo esperaba en un quincho misionero.
En el marco de la causa que Fabiola Yañez lleva contra el ex presidente Alberto Fernandez, esta mañana prestó testimonio Claudia Silvero. Se trata de una misionera que se dedica a prestar servicios sociales en el noreste argentino, en 2019 trabó amistad con Fabiola luego de contactarla a través de las redes sociales, y empezó a trabajar para ella en obras de beneficencia, y también brindando otros servicios personales, como ayudar a organizar los encuentros secretos que la primera dama sostenía con otros hombres.
En su testimonio, Claudia Silvero narró distintos episodios que pudo presenciar siendo amiga de Fabiola, y los servicios que le prestaba a la primera dama. Si bien no había un vínculo laboral formalizado, Yañez había ubicado a Silvero en el ente binacional Yacyretá, mismo organismo que, según publicó El Disenso en exclusiva, había contratado también a la hermana de Yañez, mientras otros allegados, como Sofía Pachi o Emanuel Lopez, habían sido conchabados en presidencia.
Según la denuncia, Fabiola sufría encierro, aislamiento, violencia económica y golpizas. En ese contexto, Claudia Silvero organizaba las frecuentes “escapadas” de la primera dama para embriagarse con amigos o mantener encuentros privados con otros hombres, tanto en Buenos Aires como en Misiones. Para estos menesteres, narra que “la pantalla se hacía con toda su familia y amigos, para que la custodia no se diera cuenta”.
Una de esas escapadas amorosas se realizó entre el 23 y el 26 de junio de 2021; en esa ocasión Claudia Silvero reservó el quincho de la calle Esteban Semilla que alquilaba habitualmente, para que Fabiola pase tres días con el ex futbolista Marcelo “Petete” Trimarchi, allí ambos podían dormir juntos.
A la ida, él viajó por Aerolíneas y Fabiola encargó a Silvero que lo buscara en el aeropuerto. La testigo recuerda que Fabiola lo recibió besándolo en la boca. Para el regreso, ambos compartieron el avión presidencial. Antes de arribar a Buenos Aires, Fabiola le escribió al médico presidencial para decirle que tenía un hematoma en el ojo.
El vínculo de afecto de Trimarchi con la Dra. Gallego y el Dr. Mauricio Dalessandro, abogados de Fabiola, es remarcable; Dalessandro representó al socio de Trimarchi, Matías Morla, en la causa por la muerte de Diego Maradona.
Según explicamos en una nota anterior, hubo otros encuentros de Trimarchi con Fabiola, concretamente documentamos que en enero de ese año la visitó de noche en Olivos, mientras Alberto estaba en La Rioja.
Cuando le preguntaron si observó golpes sobre el cuerpo de Yañez, como los que filtró la prensa nacional, la testigo explicó: “No, sólo ví golpes y moretones de cuando se caía cuando estaba borracha. Si me manifestó que se sacaba fotos de esos moretones porque no era tonta y para tenerlas por las dudas …”.
La testigo también dio definiciones que esclarecen el concepto de violencia económica que se maneja en la causa: “Ella me contaba que Alberto no tenía plata, que era un seco, pero que lo único que tenía poder. Lo trataba de viejo pelotudo que ni siquiera servía para robar“.
Al pie dejamos algunos fragmentos de la testimonial a disposición de los lectores, que podrán sacar sus propias conclusiones.
Cuando declaró Claudia Silvero, una amiga de Fabiola Yañez, aprovechó la oportunidad para ratificar el acta declaración realizada frente a escribano público. En ese documento, Silvero había hecho mención a algunos datos que hasta el momento parecen haber sido pasados por alto.
La testigo brindó detalle de los encuentros de Yañez con al menos otros tres hombres: el abogado Marcelo Trimarchi, el financista Oscar Kelly y el empresario Juan Manuel Orlando.
Oscar Kelly es el ¿ex? novio de Fabiola. De acuerdo al testimonio brindado por Silvero, el dueño de la financiera “Trust Negocios SA”, de actualmente 70 años, se encontraba en un departamento de la calle Juana Manso 1401 con la ex primera dama, mientras esta le decía a su entonces pareja, el ex presidente Alberto Fernández, que estaba en la peluquería. La relación con Kelly era conocida tanto por Silvero como por la madre de Yañez, quien acompañaba a su hija a los encuentros de la pareja. La testigo detalló que Fabiola realizaba estas visitas junto a su hijo, Francisco.
La relación entre Yañez y Kelly es de mutua confianza, al punto que Yañez, abusando de su posición de “Primera Dama”, habría llamado a un intendente del conurbano para solicitarle que su municipio se hiciera cargo de una deuda que un funcionario había contraído, a título personal, con Oscar Kelly, algo completamente inaudito. Kelly sería también la persona encargada de invertir el dinero de Yañez.
Las influencias del financista no deben ser subestimadas. Su hijo Mariano Kelly es socio en Trust Negocios y Gerente de Finanzas de Buhl, empresa contratista del Estado, que adjudicó ventas récord de preservativos durante la gestión anterior. Un negocio imposible de auditar.
Marcelo “Petete” Trimarchi, el goleador de San Telmo que se encontraba con Yañez en el quincho de la calle Esteban Semilla en Posadas en la misma fecha en la que Fabiola acusa haber sido “golpeada”, es otro de los hombres con los que arreglaba encuentros secretos en Olivos y en Misiones. Sobre Trimarchi ya escribimos en las investigaciones “Olivos: Las escapadas de Fabiola y un testimonio que amenaza con voltear la causa” y “Mientras Alberto estaba en La Rioja, Fabiola cenó en Olivos con Trimarchi”.
Juan Manuel Orlando, un empresario entrerriano y consultor político de 31 años que actualmente vive en Madrid, es el tercer nombre que surge de la testimonial.
Durante la estadía de Yañez en la quinta de Olivos, Orlando fue un asiduo visitante de la otrora Primera Dama, registrándose al menos 15 visitas en ASPO y DISPO, alguna de ellas de hasta 10 horas!
Las visitas de Orlando a Olivos desaparecieron de los registros después de la publicación de la investigación: “El séquito de esteticistas de Fabiola en ASPO y DISPO” donde detallamos las 149 visitas que Yañez recibió en la quinta presidencial mientras los argentinos estábamos encerrados.
Resulta llamativo que Fabiola, quien acusó mediáticamente a Alberto de supuestas infidelidades, no aportó una sola prueba en la causa, negándose incluso a entregar su celular, mientras que todas las declaraciones de sus amigas dieron cuenta de múltiples aventuras románticas de la ex primera dama con diversos hombres, incluyendo escapadas a otras provincias, utilizando el avión oficial, para dar rienda suelta a sus pasiones clandestinas. (El Disenso)
NOTA DE LA NACIÓN DEL 28/8/2024 escrita por Carlos Pagni
El colmo del cinismo
En la Casa Rosada festejan el calvario de Alberto Fernández; la oscura saga expuesta por Fabiola Yañez refuerza uno de los pilares de la comunicación del Gobierno: la herencia recibida fue horrorosa
La grave denuncia de Fabiola Yañez contra Alberto Fernández, acusándolo de maltratos físicos durante su convivencia en Olivos, está destinada a cifrarse en un expediente judicial frente al que el profesor de Derecho Penal sabrá defenderse. También se convertirá por un tiempo en insumo de la industria del escándalo. Al primer plano pasa, o debería pasar, el mensaje político que cobija esta amarga peripecia. La posibilidad de rescatar ese mensaje es el único beneficio que puede esperar la sociedad de la tóxica sordidez que vició la vida en Olivos durante la permanencia de la pareja en esa residencia.
La defección de Fernández respecto de valores que adornaron su retórica merece escasos comentarios. Si hay algo que no podría asombrar en la conducta del expresidente es la incoherencia, que acaba de llevar al extremo la doble moral. ¿O qué fue la reconciliación con Cristina Kirchner? Por eso esta vez el vicio sorprende sólo por el grado. A Yañez le cabe el amparo que merece toda víctima. Y a Fernández, la presunción de inocencia. Sí llama la atención un detalle. Ningún dirigente peronista, ni siquiera del círculo más cercano al acusado, reaccionó diciendo “no lo puedo creer, es imposible”. Las imputaciones fueron recibidas por los compañeros del expresidente con una suposición de verosimilitud que acentúan la sospecha.
Poner el foco en Fernández impide observar un fenómeno más relevante. El cinismo kirchnerista. La de la igualdad de género era la última bandera que le tocaba bastardear. No es una responsabilidad que se agote en Fernández. El doble estándar está mucho más extendido. Es obvio que las denuncias de Yañez, si se terminan verificando, dejarían al descubierto la hipocresía del Presidente que prometió liquidar al patriarcado. Pero la falsificación es más extensa. Fernández se suma a una lista demasiado larga de paladines del machismo. La integran, entre otros, José Alperovich, Fernando Espinoza, el exsenador camporista Jorge Romero y algún apóstol de la gramática inclusiva, como el profesor Pedro Brieger. Ninguno provocó un escándalo en las filas igualitarias del populismo. Las condenas fueron lacónicas. No se propusieron más que salvar la ropa.
La desfachatez de algunos ataques a Fernández vuelve más evidente esa duplicidad. Cuando todavía Yañez no había formulado su denuncia, la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, dictaminó que el expresidente “daba el tipo de maltratador”. En su momento, la misma Mendoza tuvo enormes dificultades para censurar el comportamiento de Fernando Espinoza, procesado por acoso sexual. Solidaridades de intendentes del conurbano. En realidad, las distracciones de Mendoza son más antiguas: en 2017 La Cámpora se vio sacudida porque varias militantes denunciaron la hostilidad machista de algunos dirigentes. Se quejaban de haber llevado su situación a la Mesa de Género sin obtener respuesta alguna. Esa mesa era presidida por Mendoza. El sablazo de la intendenta sobre Fernández llegó desde México. Imposible suponer que no fue supervisado por Cristina Kirchner, a quien Mendoza acompañaba. Quiere decir que con Fernández los feligreses de la expresidenta se encarnizaron más que con otros compañeros. Dicho de otro modo: la primera reacción del grupo ante las insinuaciones de Fabiola Yañez fue sacar provecho interno. Un típico caso de lawfare, pero doméstico.
Sería ingenuo alegar que el cinismo queda expuesto sólo con esta situación escandalosa. El kirchnerismo todavía debe explicar su doble estándar frente a toda la agenda de los derechos humanos. Cristina y Néstor Kirchner militaron sin chistar en las filas del partido que apoyó la autoamnistía de la dictadura, en una decisión apegada a la lógica: ese perdón abarcaba también los crímenes cometidos entre 1973 y 1976. Se trata del mismo PJ que se negó a integrar la Conadep. No debería escandalizar: Alicia Kirchner fue designada como funcionaria en Santa Cruz por José López Rega y siguió a cargo de la acción social durante todo el gobierno militar.
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https://www.lanacion.com.ar/politica/el-cinismo-kirchnerista-llevado-al-extremo-nid07082024/
Ahora se entiende mejor la carita de Francisco Fernández...
ResponderEliminarQue PAGNI dijo que en la Casa Rosada festejan lo que le ocurre a ALBERTO FERNANDEZ ????? El anciano enloqueció ?????? Más de lo que lo ignoran.
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