Cuando el real estornuda, en la Argentina se desata un temporal. Quedó claro tras la crisis de 1999, cuando la devaluación de la moneda brasileña sentenció de muerte a la Convertibilidad.
Una situación que, con las enormes diferencias que existen, presenta sin embargo algunos contornos similares con lo que ocurre hoy: tenemos un régimen semi fijo del peso, frente a un Brasil que viene devaluando su moneda.
El 13 de enero de 1999 Brasil decidió implantar la libre flotación de su moneda, lo que significó una devaluación del real del orden del 9 %. Pasada una semana, la devaluación ascendía al 29 %. El investigador Julian Kan relaciona aquella fenomenal devaluación del real con lo que posteriormente fue el estallido de la convertibilidad en 2001.
"Al modificar Brasil el tipo de cambio la supervivencia de la Convertibilidad era un camino sin retorno para las fracciones con menos capacidad exportadora y con producción para el mercado interno. En este contexto, era necesario que se elaborara una política de protección industrial por medio de arancelamientos, que fueron reclamadas en todo este período, o que se modifique el tipo de cambio para compensar la asimetría con el país vecino. O ambas cosas", recuerda Kan en su trabajo "Integración regional y burguesía argentina: El impacto de la devaluación del real". Nada de eso ocurrió y el sistema terminó implosionando.
Como Brasil es el principal socio comercial de la Argentina, las fluctuaciones del real golpean el valor de las exportaciones nacionales. Cuando Brasil se abarata en dólares, el comercio exterior argentino pierde competitividad. Desincentiva la venta de bienes y servicios a Brasil, mientras que favorece la demanda de productos del país vecino.
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ResponderEliminarQue densoooo sos!!!!!!!!
EliminarFIN...
Eliminarhttps://www.clarin.com/internacional/murio-sammy-basso-progeria-extrana-enfermedad-padecia_0_soDwNHB6Yv.amp.html
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