lunes, 14 de octubre de 2024

La definitiva advertencia de Macri a Milei (El Calabr茅s avis贸 馃摑)

El expresidente recibi贸 un llamado del mandatario tras la votaci贸n por el veto a la ley del financiamiento universitario en el Congreso; el fundador de Pro apunt贸 a errores de implementaci贸n y comunicaci贸n en el Gobierno


Les habl贸 serenamente. Sin esc谩ndalo y sin broncas reales o fingidas. Primero le avis贸 a Santiago Caputo, el asesor que integra el tr铆pode de hierro del poder, y despu茅s se lo dijo al propio Presidente. El di谩logo de Mauricio Macri con Milei sucedi贸 luego de la votaci贸n en la C谩mara de Diputados que confirm贸 el veto presidencial al proyecto de ley de financiamiento universitario. Milei lo llam贸 al expresidente para agradecerle los votos de Pro a favor del veto. Era la 煤ltima vez, le se帽al贸 Macri, que 茅l y su partido colaboraban con el Gobierno en una iniciativa de la que no hab铆an participado y de la que no pudieron ni siquiera opinar sobre su contenido ni sobre su oportunidad. Antes, sucedi贸 la reuni贸n con Caputo, que dur贸 dos horas y en la que Macri se explay贸 largamente sobre los errores de implementaci贸n y de comunicaci贸n que comete el Gobierno y que terminan, seg煤n 茅l, por desvirtuar las buenas pol铆ticas. ¿Qu茅 le contest贸 el Caputo asesor? Responden cerca del expresidente: “Caputo siempre le dice a Macri que tiene raz贸n, pero despu茅s hace lo que quiere”. Son deslealtades que los pol铆ticos serios no cometen, fundamentalmente porque no saben cu谩ndo pedir谩n el pr贸ximo favor. Sin los 35 votos que aport贸 el macrismo, el rechazo al veto de Milei hubiera sido la m谩s seria derrota presidencial en los diez meses de administraci贸n libertaria. Milei logr贸 confirmar su veto por apenas siete votos. Los otros aportes que recibi贸 el Presidente fueron muy peque帽os, tan necesarios como insignificantes. Los cuatro radicales disidentes –el quinto se ausent贸– fueron el bloque m谩s numeroso despu茅s del macrismo. Dicen que Macri se lo explic贸 de esta manera a Caputo: “Ustedes no quieren funcionarios de Pro. Est谩n en su derecho. Pero nosotros no queremos ser el eterno furg贸n de cola de ustedes. Ese es nuestro derecho”. Punto. Con Milei fue m谩s escueto: “Es la 煤ltima vez en las actuales circunstancias”, lo sorprendi贸. Las circunstancias deben cambiar, entonces. ¿C贸mo? Los eventuales nuevos apoyos ocurrir铆an si el macrismo participara, antes de que se precipiten los hechos, en una negociaci贸n profesional sobre lo que se firma y se decide, y en qu茅 momento se firma y se decide.

La libertad de prensa no es una cuesti贸n exclusiva de periodistas; los empresarios deber铆an tambi茅n velar con m谩s convicci贸n por ella. Recuerden: el kirchnerismo no ha muerto

El problema de Macri es que tambi茅n su margen pol铆tico y partidario se encogi贸. Solo una gesti贸n insistente, larga y dif铆cil de su parte pudo reunir los 35 votos de Pro, aunque perdi贸 dos en el camino. Son 38 en total los diputados de ese partido; uno estaba enfermo. Pero varios de los que votaron a favor del veto hasta hab铆an anunciado p煤blicamente que votar铆an en el sentido contrario. El domingo 煤ltimo, Macri se explay贸 en un tuit sobre el conflicto que plantea una universidad que desv铆a sus recursos a la acci贸n pol铆tica de ciertos partidos. “Lo que se discute ahora, subray贸, es la parte del presupuesto que se deriva a la pol铆tica”, y precis贸: “Desde 2015, la UBA no present贸 ni una sola factura”. La universidad libre y gratuita tiene un enorme valor simb贸lico en la pol铆tica argentina, pero tambi茅n es –c贸mo negarlo– un recurso pol铆tico y financiero de dos facciones: el radicalismo y el kirchnerismo. Los radicales acamparon en las universidades (sobre todo en la UBA) desde la 茅poca de Oscar Shuberoff, quien fue rector de la UBA durante 16 a帽os. Desde Ra煤l Alfons铆n hasta Eduardo Duhalde. Shuberoff alent贸 pol铆tica y financieramente a la organizaci贸n universitaria Franja Morada, claramente identificada con el radicalismo, hasta el extremo de que ning煤n docente pod铆a aspirar a ingresar a la Universidad de Buenos Aires sin el respaldo de esa agrupaci贸n presuntamente de estudiantes. Shuberoff perdi贸 la reelecci贸n como rector luego de que se revelara que hab铆a comprado varios departamentos en los Estados Unidos que no fueron declarados en la Oficina Nacional de 脡tica P煤blica ni en la Oficina Anticorrupci贸n. Ser铆a injusto hablar solo de Shuberoff. Hace menos tiempo, el entonces rector de la Universidad del Chaco Omar Judis debi贸 renunciar luego de ser procesado por la Justicia por hechos de corrupci贸n en esa casa de estudios. Su sucesor, Germ谩n Oestmann, la distingui贸 a Cristina Kirchner con el t铆tulo de doctora honoris causa de la Universidad del Chaco. El segundo problema es, precisamente, el sectarismo ideol贸gico que el kirchnerismo le impuso a la universidad. Hay universidades en el Gran Buenos Aires que se crearon en la 茅poca de Cristina Kirchner solo para nombrar claustros de profesores kirchneristas; fue una manera de contar con una militancia rentada. Algunos eran –y son– directamente kirchneristas y otros tienen un espec铆fico sesgo ideol贸gico. De hecho, el vicerrector de la UBA, el exdiputado radical Emiliano Yacobitti, quien relev贸 a Enrique “Coti” Nosiglia en el liderazgo de la UCR de la Capital, dijo p煤blicamente en las 煤ltimas horas que la universidad p煤blica ense帽a mal si all铆 se graduaron dos ministros de Milei: Federico Sturzenegger y Luis Caputo. Esto es: para la segunda autoridad de la universidad m谩s poblada del pa铆s los profesores deber铆an ense帽ar a pensar en clave progresista, jam谩s ortodoxa. En efecto, Sturzenegger se gradu贸 en la Universidad de La Plata, pero se doctor贸 en universidades de los Estados Unidos. Actualmente es docente en la prestigiosa Universidad de Harvard. El Caputo ministro se recibi贸 en la Universidad de Buenos Aires y luego trabaj贸 en los bancos m谩s importantes del mundo. Yacobitti naci贸 y se form贸 en Franja Morada, y ah铆 debi贸 aprender que la universidad no solo sirve para formatear el pensamiento de los j贸venes, sino tambi茅n para financiar la vida pol铆tica. El dogmatismo y la intolerancia en la universidad tienen ra铆ces m谩s profundas y amplias que las que aparecen a simple vista. Sin embargo, nadie puede desconocer –por qu茅 negarlo– el atraso salarial que sufren los verdaderos docentes universitarios. Los malos antecedentes de las conducciones universitarias borronean los problemas reales de las casas de estudios. La universidad debe tener los recursos que necesita, pero sus gastos deben ser transparentes; una peri贸dica auditor铆a no significar铆a un atropello a la autonom铆a universitaria. La 煤nica universidad posible, por lo dem谩s, es abierta, plural y respetuosa de todas las ideas.

Regresemos a Milei. Consigui贸 85 votos en una c谩mara de 257 diputados. Es poco, aunque parezca mucho porque esos m贸dicos votos evitaron que le rechazaran el veto al proyecto de financiamiento universitario. El Presidente est谩 a un pu帽ado de votos de perder el tercio de la C谩mara de Diputados y, por lo tanto, a un pu帽ado de votos de tener los dos tercios en contra. Cuidado: los dos tercios de las dos c谩maras del Congreso es el requisito constitucional para iniciarle un juicio pol铆tico al jefe del Estado. No hay razones a la vista para asestarle a Milei un juicio pol铆tico, pero nadie sabe de qu茅 est谩 hecho el futuro, sobre todo cuando la ofensa personal se convirti贸 en una manera de decir y de gobernar. Cabe se帽alar que la ofensa personal no es revolucionaria ni significa un cambio ni expresa una renovaci贸n; es, simplemente, un s铆ntoma de la mala educaci贸n de quien la dice. Una ofensa expresada por un presidente de la Naci贸n es, adem谩s, una doble ofensa por la vasta repercusi贸n que tiene. Milei tiene un estilo –es cierto–, pero su principal asesor, Caputo el joven, le recomend贸 que intensifique la polarizaci贸n porque de esa manera se consiguen las victorias pol铆ticas. Un Ernesto Laclau sin los pergaminos acad茅micos de Ernesto Laclau; las ideas rupturistas y posmarxistas de este fil贸sofo argentino radicado en Gran Breta帽a, ya fallecido, penetraron intensamente en los gobiernos de Cristina Kirchner y le hicieron mucho da帽o a la pol铆tica argentina. Tambi茅n de la cantera de ideas del asesor Caputo saldr铆an las permanentes agresiones de Milei a los periodistas y medios period铆sticos. Ese proyecto supone que siempre hay un r茅dito para el gobernante que se enfrenta con el periodismo y que, tambi茅n, tales agravios, por m谩s injustos que sean, van deslegitimando y sac谩ndole autoridad moral a la cr铆tica de la prensa a los gobernantes. Ni Milei ni Caputo inventaron nada nuevo. Donald Trump ensay贸 –y ensaya– esa estrategia pol铆tica contra el periodismo, como bien lo cont贸 el viernes en LA NACION la periodista Gail Scriven. El t茅rmino “ensobrado” es altamente ofensivo para el periodismo porque alude a un acto corrupto, pero un juez, Sebasti谩n Ramos, acaba de rechazar in limine una denuncia contra Milei del periodista Jorge Fontevecchia por haberlo llamado as铆. La misma denuncia –y por la misma raz贸n– la hizo Jorge Lanata, pero su presentaci贸n cay贸 en manos del juez Ariel Lijo, que hace lo que siempre hizo Lijo: demorar, anestesiar, cajonear. Nada se sabe de la suerte de la presentaci贸n del periodista ahora enfermo. Pero la resoluci贸n del juez Ramos constituye un precedente nefasto para la libertad de expresi贸n y para la relaci贸n necesariamente respetuosa que debe existir entre el poder y el periodismo. Una cosa es lo que el juez resuelve al final de una investigaci贸n; otra cosa es un rechazo in limine (en el umbral mismo) de una denuncia de periodistas ofendidos por el jefe del Estado. La libertad de prensa no es una cuesti贸n exclusiva de periodistas; los empresarios, por ejemplo, deber铆an velar con m谩s convicci贸n por ella. Recuerden: el kirchnerismo no ha muerto.

Aunque nadie lo dice, esas cosas de Milei y de su asesor Caputo tambi茅n lo alejan de Macri. Macri tiene seguramente otros defectos, pero no dice malas palabras ni frecuenta el agravio. En los 煤ltimos tiempos se lo escuch贸 hablar a Macri de la necesidad de preservar el “respeto” a las personas y a las instituciones. Sea como fuere, la reciente advertencia de Macri a Milei y Caputo (“este es el 煤ltimo aporte de Pro”) es una noticia pol铆tica que el Presidente no deber铆a desde帽ar. Patricia Bullrich no es una alternativa de Pro. Ella cumple el papel de los conversos: tiene m谩s fe que los viejos creyentes. Aunque la inflaci贸n baj贸 otro poco –conquista que debe reconocerse–, es f谩cilmente perceptible que los m谩rgenes pol铆ticos del Presidente ya no son los que eran.

6 comentarios:

  1. Dice una cosa y luego hace otra. Es lo que se ve hasta el momento.

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  2. MACRI quiere ubicar a DIETRICH Y A IGUACEL, pero no hay en lo inmediato Ministerios para ellos., en sus especialidades.

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  3. Deberian ser partidos separados y no unirse nunca

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  4. La bandera de G茅nova es igual a la de Inglaterra. Llegaron a un acuerdo en el siglo XVIII para enarbolar esa bandera que garantizaba impunidad ante la comisi贸n de delitos mar铆timos. Algo de eso le铆 hace mucho.

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