Lindo escrito, mucho para reflexionar, para hacer un análisis tal vez pero probablemente llegues a la conclusión, como decía un amigo mío, que estos pibes son "carne de cañón". Yo soy de la eterna opinion de que acá en el congourbano todos tienen posibilidades de estudiar y de no andar en patas, la mayoria tiene más dinero en planes y beneficios que una gamilia que labura, tal vez no y me equivoque, tal vez. Pero alguien nos ha ayudado a temerles, a invisibilizarlos, a no "perder tiempo" educandolos, no sé. No todo es "hipocrita misericordia" o "futuo negro chorro", hay grises, hay gebte que estira la mano con un billete devaluado de 10 pesos y tambien te bendice y eleva una muda plegaria por ellos, y hay padres que empujan a estos famelivos niños a bancarse sus propios caramelos. El futuro de ellos está decretado, tal vez, al abandono y delincuecia. Y sí, probablemente hoy solo griten y mañana griten y saquen un arma. Otros tuvieron educacion privada fe la buena, esa que se paga en dilares y hoy son ministros, diputados, presidentes (algunos con titulo trucho). Quien sabe,no?
Qué difícil opinar sobre este escrito. Soy un adulto mayor, padre de tres hijos y abuelo de 6 nietos. Hace dos años a la noche bien tarde, tres niños me abordaron a la salida de la estación de Lomas de Zamora con cuchillos tipo tramontina y me sacaron el celular. Todo transcurrió en segundos. Sentí una impotencia bárbara porque tenía muchos datos y también porque por la edad de esos niños me podía haber defendido pero me quedé como congelado. Yo creo que se trata de un problema de educación. Cuando era chico, mi madre usaba la chancleta y a veces una varita de sauce cuando nos portábamos mal y no nos atrevíamos a seguir con la travesura. A nuestro padre le teníamos un respeto enorme. Salíamos a la calle con su permiso y hasta una hora determinada. Crecimos muy bien y sin ningún problema hacia nuestros progenitores que nos alternamos para cuidarlos cuando envejecieron. Hoy en los barrios más carenciados los chicos salen con los padres a juntar cartones y otros lamentablemente van a delinquir o son soldaditos en algun lugar donde se vende droga. La escuela dejó de ser un lugar para ir a aprender. Van a comer y muchísimos ni siquiera van a clases y concurren el día que les dan la bolsa de alimentos. Nadie controla eso y cada día es peor. Les conviene tener a esa masa de votantes no escolarisados y siempre cautivos de las dádivas que les dan. El color de la piel no significa nada, hay gente que roba pero a más escala con guante blanco y no son marrones. Creo que esa mamá habló desde el miedo que le dio esa situación en el subte frente a su hijo o tal vez un poco de ignorancia porque la realidad de lo que pasa está frente a sus ojos. Tremenda tarea tendrá el próximo gobierno para convertir las más de 2000 villas existentes en barrios con todos los servicios y traer inversiones a nuestro país que den trabajo. Tendrán que abrir escuelas de artes y oficios e industriales porque mucha de la gente que hoy cartone Me gustó mucho el escrito pero me dejó un sabor amargo en la boca porque yo vengo de clase social baja pero gracias al esfuerzo de mis padres y al mío propio pude estudiar. Todos mis hermanos lo hicieron. Que buena época vivimos cuando éramos niños y adolescentes.
Hola 15:45 Excelente relato de nuestra triste realidad y sobre todo la parte en que se marca la diferencia con lo que fue la educación de otros años, cuando valía la pena vivir en este país, porque primaba la educación y la solidaridad sobre todo lo demás. Y seguramente también, porque la gente era otra. Mucha inmigración europea que llegaba escapando de guerras y otros males a estas tierras, con deseos de trabajar como meta principal para poder progresar y darles un futuro de promisión a sus hijos. Triste realidad la que vivimos y lo peor, sin muchas esperanzas de poder revertirlo...
Perdón, me quedó una parte sin completar : porque mucha de la gente que hoy cartonea o hace tareas menores no está preparada para entrar a una fábrica o a una oficina.
Como te acabo de responder arriba, en la parte principal de tu comentario, excelente descripción de nuestra triste realidad y de lo que era la educación en otras épocas de nuestro país. Gracias por tu relato.
Lindo escrito, mucho para reflexionar, para hacer un análisis tal vez pero probablemente llegues a la conclusión, como decía un amigo mío, que estos pibes son "carne de cañón".
ResponderEliminarYo soy de la eterna opinion de que acá en el congourbano todos tienen posibilidades de estudiar y de no andar en patas, la mayoria tiene más dinero en planes y beneficios que una gamilia que labura, tal vez no y me equivoque, tal vez.
Pero alguien nos ha ayudado a temerles, a invisibilizarlos, a no "perder tiempo" educandolos, no sé.
No todo es "hipocrita misericordia" o "futuo negro chorro", hay grises, hay gebte que estira la mano con un billete devaluado de 10 pesos y tambien te bendice y eleva una muda plegaria por ellos, y hay padres que empujan a estos famelivos niños a bancarse sus propios caramelos.
El futuro de ellos está decretado, tal vez, al abandono y delincuecia. Y sí, probablemente hoy solo griten y mañana griten y saquen un arma.
Otros tuvieron educacion privada fe la buena, esa que se paga en dilares y hoy son ministros, diputados, presidentes (algunos con titulo trucho).
Quien sabe,no?
Qué difícil opinar sobre este escrito. Soy un adulto mayor, padre de tres hijos y abuelo de 6 nietos. Hace dos años a la noche bien tarde, tres niños me abordaron a la salida de la estación de Lomas de Zamora con cuchillos tipo tramontina y me sacaron el celular. Todo transcurrió en segundos. Sentí una impotencia bárbara porque tenía muchos datos y también porque por la edad de esos niños me podía haber defendido pero me quedé como congelado.
ResponderEliminarYo creo que se trata de un problema de educación. Cuando era chico, mi madre usaba la chancleta y a veces una varita de sauce cuando nos portábamos mal y no nos atrevíamos a seguir con la travesura.
A nuestro padre le teníamos un respeto enorme. Salíamos a la calle con su permiso y hasta una hora determinada. Crecimos muy bien y sin ningún problema hacia nuestros progenitores que nos alternamos para cuidarlos cuando envejecieron.
Hoy en los barrios más carenciados los chicos salen con los padres a juntar cartones y otros lamentablemente van a delinquir o son soldaditos en algun lugar donde se vende droga.
La escuela dejó de ser un lugar para ir a aprender. Van a comer y muchísimos ni siquiera van a clases y concurren el día que les dan la bolsa de alimentos.
Nadie controla eso y cada día es peor.
Les conviene tener a esa masa de votantes no escolarisados y siempre cautivos de las dádivas que les dan.
El color de la piel no significa nada, hay gente que roba pero a más escala con guante blanco y no son marrones.
Creo que esa mamá habló desde el miedo que le dio esa situación en el subte frente a su hijo o tal vez un poco de ignorancia porque la realidad de lo que pasa está frente a sus ojos.
Tremenda tarea tendrá el próximo gobierno para convertir las más de 2000 villas existentes en barrios con todos los servicios y traer inversiones a nuestro país que den trabajo. Tendrán que abrir escuelas de artes y oficios e industriales porque mucha de la gente que hoy cartone
Me gustó mucho el escrito pero me dejó un sabor amargo en la boca porque yo vengo de clase social baja pero gracias al esfuerzo de mis padres y al mío propio pude estudiar. Todos mis hermanos lo hicieron.
Que buena época vivimos cuando éramos niños y adolescentes.
Hola 15:45
EliminarExcelente relato de nuestra triste realidad y sobre todo la parte en que se marca la diferencia con lo que fue la educación de otros años, cuando valía la pena vivir en este país, porque primaba la educación y la solidaridad sobre todo lo demás.
Y seguramente también, porque la gente era otra. Mucha inmigración europea que llegaba escapando de guerras y otros males a estas tierras, con deseos de trabajar como meta principal para poder progresar y darles un futuro de promisión a sus hijos.
Triste realidad la que vivimos y lo peor, sin muchas esperanzas de poder revertirlo...
Perdón, me quedó una parte sin completar : porque mucha de la gente que hoy cartonea o hace tareas menores no está preparada para entrar a una fábrica o a una oficina.
ResponderEliminarComo te acabo de responder arriba, en la parte principal de tu comentario, excelente descripción de nuestra triste realidad y de lo que era la educación en otras épocas de nuestro país.
EliminarGracias por tu relato.