La raíz del problema argentino no tiene nada que ver con nuestra Economía ni con nuestras Leyes ni con nuestros Impuestos. Ni siquiera con nuestros Políticos. Nuestro ÚNICO problema (del que derivan todos los demás) es nuestra Cultura. No existen países en el mundo, ni ahora ni en ningún momento de la historia, que hayan progresado en base al "pobrismo".
Lamentablemente, el argentino promedio cree que el rico es malo y el pobre es bueno. Que el inquilino es bueno y el locador, perverso. Que lo privado es demoníaco y lo estatal, sublime. Pues bien, es IMPOSIBLE progresar con paradigmas tan idiotas. Más o menos como ganar un partido de fútbol creyendo que los tantos se anotan mandando la pelota al lateral.
Aunque cambiáramos todas nuestras leyes, e incluso a todos nuestros políticos, mientras nuestra sociedad siga pensando así no tendremos ninguna chance de salir del atraso. Podrán venir gobiernos mejores o peores, ciclos mejores y ciclos peores, pero una "falla" de esta envergadura, en el largo plazo te condena necesariamente al fracaso.
Si les parece que exagero, fíjense lo que pasa en cualquier lugar del país, en cualquier momento, cada vez que vuelca un camión con zapatillas, pollos, electrodomésticos, gaseosas o cualquier otra cosa. Automáticamente es desvalijado. Siempre. En todos los casos. ¿Por qué una sociedad que procede así de pronto elegiría políticos virtuosos? ¿Por arte de magia?
Por supuesto que esto no significa que no haya personas (y políticos) excelentes en Argentina, pero nuestra cultura general está equivocada. Odiamos al exitoso. Y somos alérgicos a la ley. Así nos va.
Los argentinos como Vergoglio son el problema. Que le mande saludos al hijo
ResponderEliminarFunesto personaje, pero no deja de tener razon. El problema de Argentina es el que mira al costado y vende su patria por unos pesos.
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