Uno menos. Este no jode más. https://t.co/RBD0BR8Nmw
— Alejandro Sarubbi Benítez (@sarubbibenitez) March 7, 2023
Llegado este año el canal hizo un ofrecimiento que no me dio ninguna alegría porque me reducía muchísimo la participación y justamente en un año electoral. No voy a especular con qué pudo haber motivado eso, sino que lo voy a tomar en términos televisivos. 🧵 pic.twitter.com/5XjrplqRQm
— Víctor Hugo Morales (@VHMok) March 7, 2023
Cientos de profesionales andan deseosos de trabajar en televisión y no tienen a veces la oportunidad de tener un programa una vez por semana. Yo he tenido 7 años todos los días haciendo televisión en este periodo y por consiguiente no voy a mostrarme quejoso. 🧵 pic.twitter.com/GB4qNGROUD
— Víctor Hugo Morales (@VHMok) March 7, 2023
Si voy a decir que no es real que haya una deuda. El canal no me debe un peso. No es cierto lo que se ha difundido. Siempre han hecho esfuerzos muy grandes para sostener los pagos en las épocas en las que les querían robar el canal. 🧵 pic.twitter.com/mTWLVrkggv
— Víctor Hugo Morales (@VHMok) March 7, 2023
En cuanto a la salida, el canal tiene derecho a buscar su propia agenda, su propia idea. A mi no me servía lo que el canal me ofreció para este año y yo manejo mi carrera con un sentido de la dignidad muy profundo. Para mí es un elemento esencial. Sino no puedo vivir. 🧵
— Víctor Hugo Morales (@VHMok) March 7, 2023
La verdad de la milanesa es que a Víctor Hugo Morales lo echaron del canal de Cristina y Cristóbal López. Le sacaron tarjeta roja al relator del relato porque ya no metía goles... -Mi columna en @radiomitre #ledoymipalabrahttps://t.co/9S0f9cD7pd
— El diario de Leuco (@EldiariodeLeuco) March 7, 2023
La verdad de la milanesa es que a Víctor Hugo Morales lo echaron del canal de Cristina y Cristóbal López. Le sacaron tarjeta roja al relator del relato porque ya no metía goles. Tiraba afuera hasta los penales. Víctor Hugo Inmorales trató de disimular diciendo que la oferta que le hicieron no le daba “ninguna alegría” porque reducía mucho su participación. Pese a los eufemismos y gambetas al lenguaje hay algo cierto: la forma de echarlo fue hacerle una propuesta indigna. Solamente iba a aparecer en pantalla una vez por semana con un considerable recorte de sus millonarios honorarios.
Es una vieja táctica. Ofrecer una humillación para que el humillado monte en cólera y renuncie con un portazo. Y eso hizo Víctor Hugo. Violento y autoritario pegó un puñetazo en la mesa y una patada a la puerta antes de irse a los gritos. Su credibilidad y su rating habían bajado muchísimo. Por eso el canal no lo quería más. Se lo sacaron de encima.
Hoy en la radio de Víctor Santa María bajó sus decibeles, agachó la cabeza y dijo que estaba muy agradecido por los 7 años que trabajó en C5N y que iba a seguir mirando sus programas. “Es la única oferta televisiva distinta. Todo lo demás es derecha, compromiso con el establishment”, eso dijo
Su histórica compañera, Cynthia García expresó su tristeza por la decisión con una comparación militante: “El país y el periodismo te necesitan. Sos como Cristina, no importa si querés o no querés, tu voz es importante”. Otro operativo clamor que por ahora no funcionó. Se confirma que los medios que tienen su interés en la búsqueda o la conservación del poder y en la impunidad de una condenada a 6 años de cárcel por ladrona como Cristina, se agotan cuando los ciudadanos les bajan el pulgar.
Cristina tiene cada vez menos votos y cada vez más posibilidades de que le coloquen la tobillera electrónica para monitorear delincuentes. Eso hace que sus chupamedias pierdan muchos de los lugares que habían conseguido con obsecuencia.
No alcanza con repetir las falsedades y las bajadas de línea de Cristina y sus talibanes. A Víctor Hugo que se auto percibe como un revolucionario del micrófono, le costaba digerir los sapos de bancar al títere de Alberto y al ajustador de Sergio Massarasa.
El fanatismo y su falta de formación política llevaron varias veces a Víctor Hugo a superar todos los límites. Porque una cosa es acusar a medios yperiodistas de gorilas, oligarcas, derechistas, y otra, muy distinta, es hacerlos responsables de los contagios y las muertes por el coronavirus. Y eso hizo durante la pandemia. Imperdonable. Sin que se le cayera la cara de vergüenza, Víctor Hugo denunció que “los medios persiguen a los Moyano y los quieren meter presos”. Defender a mafiosos se había transformado en una costumbre. Con su fanatismo de converso, el relator, se transformó en un emblema de la malversación de nuestro trabajo. Pasaron a ser alcahuetes y comisarios políticos.
Como yo trabajaba en radio Continental con Fernando Bravo, pude ver de cerca la panquequeada brutal de Víctor Hugo. Me indignaba porque era capaz de humillar a humildes cronistas que estaban haciendo sus primeras armas en esta profesión por el solo hecho de trabajar en TN o en esta querida radio Mitre.
Multiplicó su fortuna con la pauta oficial del gobierno y con los programas que hacía desde localidades con intendentes cristinistas que le pagaban aparte y algunas veces, en negro. Evasor, me había salido el botija. Su chofer era el que facturaba.
Y en el 2018, su hijo Matías era productor de C5N en Estados Unidos y cobraba un sueldo sideral, superior al de los gerentes. Todos decían en el canal que era una manera de pagarle en negro y off shore al admirador de Fidel Castro.
Era demasiado mayordomo de los funcionarios y hasta sus propios compañeros del micrófono se asombraban cuando leía como si estuviera improvisando largas gacetillas que le enviaban desde el gobierno de Cristina.
¿Se entiende lo que digo? Decía como si fuera su propio pensamiento la bajada de línea que le mandaban las usinas oficialistas. Eso es una estafa al periodismo. En un delito de lesa profesionalidad.
Habla maravillas de Cuba como un guevarista pero tiene un departamento lujoso en Nueva York.
Adora a Nicolás Maduro y el chavismo decadente pero viaja varias veces al año a Paris, Roma y Madrid. Suele llenarse la boca con los pobres y es un señor acaudalado como pocos.
Siente culpa por eso, pero sigue facturando. Está enamorado solamente de dos cosas: de su voz y de su chequera. Siempre dijo una cosa e hizo otra. La hipocresía está en su ADN. Con el tema de la dictadura batió todos los records.
En Uruguay jugaba al fútbol y cantaba tangos en los cuarteles donde tenían alojados a los presos políticos y en Argentina tuvo que pedirle perdón por carta a Estela Carlotto por haber expresado sus simpatías por Videla y compañía.
Sin embargo ahora levanta el dedito acusador. En eso tiene muchas similitudes con Cristina. Ambos se hicieron millonarios y no levantaron un dedo durante el terrorismo de Estado.
Víctor Hugo, fue el relator del relato, el defensor mediático de todos los corruptos más corruptos, empezando por Amado Boudou y Ricardo Jaime y terminando por Lázaro Báez y su amada Cristina. Es el símbolo del periodismo de estado.
Editorial de Alfredo Leuco en Radio Mitre
Estuvo brillante Leuco..!!
ResponderEliminarRaro que lo echen
ResponderEliminarCon tantos años en el medio, como es que nunca consiguió un canje para promocionar corpiños "Peter Pan" este señor, necesita sostén urgente.
ResponderEliminarEste muerto se hizo millonario y gente en nuestro país pero lo tenemos al yerno que hará justicia!
ResponderEliminarNo entiendo lo del yerno.
EliminarEs el actor Fabián Vena, pero... ¿a qué te referís eso de que hará justicia?