El fiscal Eduardo Taiano retomó la tanda de testimoniales a espías de la AFI, que culminarán este mes. Después evaluará con el juez Ercolini los aportes antes de resolver el próximo paso en la causa.
Ingresa en una etapa clave la investigación sobre la muerte de Alberto Nisman.
Por Lucía Salinas
Ya declararon más de 50 espías y ex espías de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) como testigos en la causa que investiga el crimen del ex fiscal Alberto Nisman. La semana pasada se reactivaron las últimas declaraciones que se tomarán y que concluirán -a fines en febrero- con una etapa crucial de la investigación: el rol de los servicios de inteligencia.
Datos relevantes, algunas contracciones expuestas sobre las últimas horas con vida del ex titular de la UF -AMIA, todo será analizado para resolver la próxima instancia del caso que lleva adelante el juez Julián Ercolini.
El fiscal federal Eduardo Taiano pondrá fin en dos semanas a esta etapa de la pesquisa, que se centró en los servicios de inteligencia. Lo primero que resultó llamativo de esa parte de la investigación fue el explosivo intercambio de llamadas telefónicas y mensajes entre agentes de la AFI y del Ejército. Aquel fue el primer disparador para iniciar una extensa ronda de declaraciones testimoniales.
La confirmación de que Nisman estaba muerto se conoció el domingo 18 de enero de 2015 a las 23.45, pero ese mismo día desde las 8 de la mañana había comenzado un intenso tráfico de comunicaciones -la mayoría por Nextel- entre los principales jefes y ex jefes de inteligencia civil y militar.
Taiano analiza por lo menos "un millón de llamadas telefónicas, mensajes de whatsapp y mails" con la asistencia de los técnicos de la Policía Federal que los cruzan y buscan patrones comunes que puedan eventualmente servir al fiscal.
Según confiaron a Clarín fuentes judiciales, algunos testimonios "permitieron ordenar las horas previas y posteriores" a la muerte de Nisman para comprender a qué respondieron las llamadas telefónicas, como también los mensajes que se intercambiaron.
Pero durante estos largos meses de escuchar a espías y ex espías de la AFI, se expusieron algunas contradicciones. Algunos de los agentes operativos negaron haber hablado en la mañana de ese domingo de enero de 2015 con sus jefes, pese a que figuran en el peritaje de registros de llamadas que Clarín dio a conocer en exclusiva.
¿Por qué la pista de los espías es importante?
La Fiscalía tiene como hipótesis que no resultó normal la "explosión de llamados previos a la muerte de Nisman, llamados cerca de la casa del asistente informático Diego Lagomarsino el 17 de enero, y la cercanía de otros servicios en la zona de Le Parc".
La cronología resultó llamativa para los investigadores. Aquella mañana, cuando no había sido pública aún la muerte de Nisman, hubo un sinfín de llamados telefónicos entre espías. Una pericia que realizó el área especializada de la Policía Federal entrecruzando líneas de celulares vinculadas a los servicios de inteligencia reveló “datos significativos”.
En aquellas líneas asignadas a agentes de menor categoría figuran llamando a sus superiores, y estos a su vez a la cúspide de la AFI. Hubo llamados a Jaime Stiuso, el ex poderoso agente de la SIDE que había sido despedido pocos meses antes. Pero también se registraron llamados al enemigo interno de Stiuso, Fernando Pocino, el ex Director de Reunión Interior de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
Hay otro punto que busca desentrañar el fiscal Taiano y es si las autoridades de la AFI, cuando inició la investigación en enero de 2015, que estuvo inicialmente en manos de la fiscal Viviana Fein, ordenaron a un grupo de agentes espiar los ingresos y egresos de la Fiscalía. Esto, según indicaron fuentes del caso, tenía como objetivo saber si Jaime Stiuso ingresaba allí.
Surge al respecto una pregunta: si el ex titular de lo que supo ser la SIDE a mediados de enero de 2015 ya no se encontraba en el país, porqué se mantuvo una “guardia” fuera de la fiscalía de Fein. ¿Alguien buscaba controlar el curso de la investigación?”, es un interrogante que busca clarificar el fiscal Taiano.
El análisis de los llamados que puso bajo la lupa a los espías abarca desde el momento que Nisman presentó la denuncia contra Cristina Kirchner, el 14 de enero de 2015, hasta el domingo 18 en que fue hallado muerto en su departamento.
Comparando el movimiento de esas líneas un año antes, se observó que durante los doce meses previos a aquel día nunca hubo ese nivel de llamados en cercanías al edificio Le Parc. Fueron, por lejos, más de cien comunicaciones en pocas horas.
Una vez que terminen de declarar los agentes operativos que hablaron entre sí en la mañana del 18 de enero de 2015 -unas 15 horas antes de que se conociera públicamente el hallazgo del cuerpo de Nisman-, el fiscal Taiano llamará a declarar al entonces titular de la AFI y actual senador del Frente de Todos Oscar Parrilli y su ex número dos y actual viceministro de Justicia, Juan Martín Mena, entre otros jefes, informaron a Clarín fuentes judiciales.
Esto responde a que el entrecruzamiento de los miles de llamados arrojó que el día de la muerte de Nisman, temprano por la mañana, en la zona de Puerto Madero había entre cinco y diez agentes de inteligencia. Ninguno de los movimientos de los espías y ex espías expone “mucha normalidad”, señalaron a Clarín fuentes judiciales.
Además de los espías operativos, el conjunto de llamados analizados también tenía otros destinatarios. Muchos de los agentes que ya declararon llamaron a Mena, entonces mano derecha de Parrilli en la jefatura de la AFI y actual viceministro de Justicia.
En diciembre del año pasado y bajo reserva, Stiuso volvió a declarar ante el fiscal del caso después de conocerse algunos trascendidos de las testimoniales de ex espías y agentes en función.
Como contó Clarín, en esa presentación dejó un mensaje claro: “No me usen de coartada” sobre los motivos de esas febriles llamadas y los agentes operativos haciendo espionaje ilegal en la calle. (Clarín)
Por favor, que todos digan la verdad ahora y por fin se haga Justicia por el Fiscal.Ya hemos esperado demasiado.
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