martes, 7 de febrero de 2023

Después nos preguntamos por qué pasan esas cosas...

Y no vayan a apelar a la excusa de matar para comer. Esto es otra cosa...






10 comentarios:

  1. Mucho machismo,prepotencia y y silencio cómplice hay en Zárate.Se nota día a día en la ciudad.Y también acomodo.

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  2. Ser cazador no es ser un asesino en potencia y menos que menos un hijo de puta, a no ser que seas como el emérito rey de España que cazaba elefantes o el chanta de Garfunkel que iba a Africa a matar leones junto a su gato de Bengala. Estamos de acuerdo en que el pibe rugbier éste es un delincuente pero no por cazar sino porque mató a un ser humano. Guste o no (yo no lo haría) cazar bajo los parámetros establecidos es legal. La mayoria de los cazadores consumen la presa asi como un pescador se come lo que pescó. La gente suele olvidarse de que sus propios antepasados no vivían a ensaladita con aderezo. Estas nuevas generaciones de cristal rompen demasiado con el animalismo y el veganismo y tratar a los animales como tus pares, pero tratan a sus pares peor a a los animales. El genio que comparó a Santos Godino con un cazador obvió mencionar que Santos Godino mataba y torturaba a los animales chiquitos y los escondía abajo de la cama en una caja de zapatos para seguir torturándolos mas tarde. Me parece que no es lo mismo y esa comparación es ridícula. El bife de lomo para hacer las milanesas no es un cacho de carne que se saca la vaca para dársela al carnicero. Estoy de acuerdo en que el pibe este es un malnacido pero no hace falta "agregarle" mas, participó en el asesinato de otro ser humano.

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    1. Nadie está hablando de matar para comer. Si leés bien hago la salvedad en mi agregado escrito en el post.
      Por otra parte, comparar lo que sucedía en la Edad de Piedra (digamos...) con la actualidad no tiene sentido, porque si a eso vamos entonces deberíamos recordar también que los hombres cazaban mujeres agarrándolas de los pelos y raptándolas.
      Hay algo que se llama EVOLUCIÓN, conviene recordarlo.

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  3. ..."A veces, me recuerdo niño, remontando barriletes... mi barrio, mi infancia, mis amigos, los olores, los sabores, esa mano tendida... y no puedo dejar de asociar el hilo del barrilete, como conductor de lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos. Quien corta ese hilo conductor, pierde su brújula, su norte, su razón de ser... su razón de estar... pero fundamentalmente, pierde el contacto con su punto de partida. Eso nos pasa cuando negamos nuestra identidad y adoptamos modos y costumbres ajenas a nuestro acervo cultural. Siempre es bueno, incorporar para mejorar... pero no por ello debemos negar u olvidar nuestro origen. Seguramente ustedes y yo tenemos bellos recuerdos vividos cuando éramos pequeños, recuerdos que nos llenan de identidad y son un lugar común en todos nosotros. Son aprendizajes que desde niños y casi como un juego, moldean y mantienen nuestro crecimiento como un tutor lo hace con un árbol. Debemos nutrir a nuestros chicos de costumbres, regiones, danza, música, arte nativo en general... así sabríamos el origen de nuestra cuna, aquella que nos vio nacer y la que por derecho, nos pertenece. Creo firmemente, que cuando hablamos de educación, no podemos excluir nuestras costumbres, porque nadie puede amar lo que no conoce. Aprendiendo y sabiendo nuestra historia, los chicos ganan la posibilidad de comparar su cultura y sus costumbres con otras y más allá de su elección musical, histórica o artística, tendrán un origen donde arraigarse"....

    El Máster @jurgen_ulm

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  4. 1) Es una lástima que la autora del desacertado título prefiera comerse un buen plato de cucarachas y grillos en lugar de un sabroso pedazo de carne, y se olvide que perder el instinto de caza ancestral es perdernos a nosotros mismos y olvidarnos de nuestros vínculos más primarios con la naturaleza. La caza es una actividad noble, y además comer carne es lo más sano del mundo. Muy contrario a lo que promueven las nuevas agendas de desarme y dependencia absoluta de las grandes corporaciones de basura procesada (algunos todavía lo siguen llamando comida), listas para demonizar a todo aquel que se atreva a ir a otro lugar que no sea un supermercado.

    2) También parece que la mencionada autora cayó en la trampa cada vez más evidente y siniestra del periodismo. Y no es extraño. El trabajo periodístico fue muy bien ejecutado sobre la masa dócil y anestesiada. Convirtieron al paraguayo Báez Sosa en el nuevo George Floyd de nuestras sureñas latitudes. El cuerpo político asfixiado por sus inmoralidades y torpezas necesitaba una distracción, y la tuvo de la mano de sus sirvientes más nefastos, los grandes medios. La operación política fue un éxito (abogado mediático incluido). Lo repitieron hasta el hartazgo y la amalgama de espectadores se tragó todo. No podía ser de otra forma. Los esclavos no están educados para otra cosa. La aberración jurídica de las condenas fue la cereza que coronó la torta de inmundicia que gestaron. Sus oscuros objetivos, sin embargo iban más allá del circo. Ellos buscaban seguir quebrando la sustancia íntima del argentino. Querían seguir humillándolo. Odian al guerrero, le temen a la virilidad, repudian el Männerbund. El propósito final de esta exhibición obscena era moldear una sociedad más sumisa y pasiva. Y esto se vio reflejado en el carácter afeminado de las opiniones casi unilaterales a favor del paraguayo. Pese a que Báez Sosa agredió primero adentro del boliche, la tendencia autodestructiva del público rechazó de lleno ponerse del lado de los argentinos y abrazó la causa del extranjero. Transformaron una simple pelea en el peor asesinato a sangre fría. Los paraguayos nos pueden llamar “kurepi”, los bolivianos pueden dejar morir a nuestros compatriotas en su territorio, los peruanos pueden seguir llenando de droga los barrios, sin embargo el eterno argentino socialdemócrata está educado para agachar su cabeza y someterse manso al sentimentalismo. Crearon un monstruo mediático de lucha de clases (aunque los rugbiers ni siquiera eran de clase alta), romantizaron a los de afuera, instigaron a la violencia y a la violación en las cárceles. Nos llenaron de limítrofes, y los crímenes del zoológico de esos amerindios los silencian, porque nos enseñaron que era “estigmatizante.” ¿Por qué no trataron el caso de Lucio Dupuy como el del paraguayo? La respuesta se cae de madura: porque Lucio era argentino y las asesinas de la secta globalista feminista. Los periodistas son el enemigo. Ni un ápice de piedad para esas hienas.

    Dejo a la autora reflexionar sobre estas cuestiones. O si prefiere, que siga publicando más de esta propaganda amarillistas y abrazando la democracia que tanto adula como el resto de las ovejas, alimentando la maquinaria vil que la controla.

    P.D.: Viendo la respuesta despectiva de la autora al otro comentarista (19:52 hs.), también conviene recordar que el INSTINTO no solo precede a la evolución, sino que también está por encima de ésta.

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    1. Bueno, veo que te gusta el puchero.
      No voy a gastar tiempo en semejante popurrí donde mezclás todo con todo. Y menos cuando no entendiste nada de lo que quise decir. O mejor dicho, te encanta demostrar sapiencia en largos textos donde mezclás frambuesas con bifes de chorizo.
      En fin, ahora andá a mirarte en el espejo, seguramente vas a sentir que creciste 3 mm.
      De ilusiones también se vive, ¿visteS?

      PD/De pasada buscá el significado de DESPECTIVA, te aseguro que te vas a llevar una graaaaannn sorpresa.

      FIN

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    2. Bravo, Julia, por tu acertada respuesta a anónimo 21:46..!!!

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    3. Para 21:46. Que importa si era Fernando era paraguayo o no? Era un ser humano.

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  5. Que básica la nota por dios

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  6. 21:46, la caza será una actividad "noble" dentro de tu mente retorcida.

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