La relación entre Máximo Kirchner y los intendentes no se recompuso, Juan Manzur no consiguió convencer a los gobernadores de sumarse al ministerio público mientras continúe Cristina Fernández de Kirchner, Sergio Massa no tuvo éxito al pedir prudencia y conseguir que las figuras visibles de la coalición sigan disparándose a los pies y Axel Kicillof terminó por desentenderse de la estrategia electoral y se dedicó a promover su propia figura.
Si bien durante la semana que pasó todos los segmentos que componen el Frente de Todos se comprometieron a hacer “hasta lo imposible” para fortalecer la campaña electoral y tratar de dar vuelta los resultados de las PASO, todo quedó en frases de ocasión. No hubo actos, ni reuniones de cúpula, ni un incremento de la presencia en territorio. La coalición oficialista parece haber aceptado mansamente la derrota, a la espera de que eso exija realizar cambios de relevancia. El problema es que los cambios que imagina cada sector son inconciliables con los que pretende el resto. La convivencia no da para más.
Los pases de factura y los rencores acumulados desde al menos el 2009 entre los diversos espacios que componen el Frente de Todos se han impuesto sobre la racionalidad electoral y hasta de la más mínima dosis de supervivencia política. No aceptan la derrota ante Juntos por el Cambio en la provincia, pero muy poco es lo que hacen para evitarlo. Sólo echan más leña al fuego.
Todos se preparan para el día después, tratando de fidelizar apoyos dentro de cada provincia o municipio, pensando en lo que vendrá. A punto tal que la reunión realizada este viernes entre varios intendentes del conurbano y representantes del gobierno bonaerense, ni siquiera se ocupó de definir una estrategia para la decisiva semana previa a las elecciones. Sólo se habló de cómo se actuaría a partir del día después de una derrota que se juzga irreversible, y que nadie está interesado en quemar cartuchos para evitarla.
Lo mismo sucede con el gobernador Axel Kicillof, quien abandonó cualquier intento de apoyo a la campaña del Frente de Todos, y salió a promocionar su propia figura.
Pero la peor noticia la recibió Juan Manzur, cuando se enteró por los medios que Santiago Cafiero sigue actuando como “jefe de Gabinete en las sombras”. “No paran de operar ni siquiera cuando vamos directo a estrellarnos”, se quejó un integrante de su mesa chica.
Sergio Massa, en tanto, insiste en proponer un gran acuerdo político post electoral, y ya cada vez con menos énfasis insta a los principales referentes a que dejen de confrontar y de dispararse a los pies. Nadie en la coalición oficial recepciona sus propuestas sobre inseguridad, la puerta giratoria de la Justicia, o sus propuestas económicas y políticas. Como un matrimonio en crisis terminal, ya todos quieren poner fin a la alianza de gobierno, pero también todos pretenden que el que se vaya sea el otro.
Por este motivo, cada uno pretende asegurar votos y respaldos para lo que vendrá después del 15 de noviembre. Se tantea y hasta se suma a candidatos de un inexistente randazzismo, se dialoga con la lista de José Luis Espert en algunos distritos y se ofrecen cargos a agrupaciones que quedaron marginadas del reparto original del Frente de Todos.
Todos quieren sacarse de encima al cristinismo y a La Cámpora, y cada cual atiende su juego. A punto tal que hasta no ven mal la derrota, que permitiría poner fin a este matrimonio de conveniencia.
y el maxi,se guarda;total ,otro que vive de regalo y es multimillonario,pero eso sí tiene acceso gratarola a seguridad,gastos de representación,y mil beneficios mas,que pagan los abombados de siempre que somos nosostros.El tiene su vida blindada sin sobresaltos,y nos quieren hacer creer que es un ilustradísimo líder,eso sí sin haber hecho la secundaria,y la mami lo designó diputado para que el nene tenga fueros,por las dudas y de paso rascar la sal delpuchero diario.Manga de malparidos,ladrones,rufianes,cuando hay problemas y tragedias provocadas por ellos mismos,solo se esconden en la guarida,en una de las tantas que tiene el maxi ,se toma un avión y desaparece.
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