Cuando por fin la ciencia puso en nuestras manos la esperada vacuna contra el SARS-CoV-2, este virus se reinventó desplegando un ejército de variantes: alfa (la británica), beta (la sudafricana), gamma (la brasileña), delta (la india). Ahora, el reto estriba en encontrar la llave que nos permita luchar con Covid-19 en cualquiera de sus formas. El último gran avance en este sentido lo desvela la revista Nature, en la que un grupo de científicos describe un anticuerpo capaz de combatir una amplia gama de variantes del SARS-CoV-2 y también coronavirus estrechamente relacionados.
De momento, cabe subrayar que este hallazgo se basa en trabajos realizados con hámsteres. Los resultados son aún incipientes, pero se espera que puedan ayudar en el desarrollo de vacunas y tratamientos de amplio alcance. Actualmente, cientos de laboratorios están investigando precisamente en la consecución de un inyectable que pueda defendernos de este coronavirus, sea cual sea la variante. Lo que se conoce como supervacuna, una aproximación dirigida a una respuesta más duradera y universal. La otra gran pata: un tratamiento eficaz contra todas las cepas del SARS-CoV-2.
Dos objetivos que no se logran de la noche a la mañana. Requiere un trabajo intenso. En esta línea, Tyler Starr, bioquímico del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle, Washington, y sus coautores se propusieron arrojar luz sobre las dificultades que presentan los tratamientos con anticuerpos, ya que algunas variantes de este coronavirus han adquirido mutaciones que permiten que el virus escape del alcance de los anticuerpos.
Para ello, los científicos examinaron 12 anticuerpos que Vir Biotechnology, una empresa con sede en San Francisco, California que participó en el estudio, aisló de personas que habían sido infectadas con SARS-CoV-2 o su pariente cercano SARS-CoV. Esos anticuerpos se adhieren a un fragmento de proteína viral que se une a los receptores de las células humanas. Muchas terapias de anticuerpos para la infección por SARS-CoV-2 capturan el mismo fragmento de proteína, llamado dominio de unión al receptor.
Los investigadores compilaron una lista de miles de mutaciones en los dominios de unión de múltiples variantes del SARS-CoV-2. También catalogaron mutaciones en el dominio de unión en docenas de coronavirus similares al SARS-CoV-2 que pertenecen a un grupo llamado sarbecovirus. Finalmente, evaluaron cómo todas estas mutaciones afectan la capacidad de los 12 anticuerpos para adherirse al dominio de unión.
Un anticuerpo, el S2H97, destacó por encima de los demás por su capacidad de adherirse a los dominios de unión de todos los sarbecovirus que probaron los investigadores. El S2H97, que los autores denominan un anticuerpo contra el pan-sarbecovirus, pudo evitar que una variedad de variantes del SARS-CoV-2 y otros sarbecovirus se propagaran entre las células que crecían en el laboratorio. También era lo suficientemente potente como para proteger a los hámsteres contra la infección por SARS-CoV-2. "Ese es el anticuerpo más genial que descubrimos", dice Starr.
Un examen más detenido de la estructura molecular de S2H97 reveló que se dirige a una región previamente invisible y bien oculta en el dominio de unión, una sección que se revela sólo cuando el dominio aparece para unirse al receptor de una célula. Starr señala que las moléculas que se dirigen a esta región de dominio de unión podrían generar protección contra múltiples virus, y algún día podrían usarse en vacunas contra pan-sarbecovirus.
Los otros 11 anticuerpos podrían apuntar a una variedad de virus, pero cuanto más eficazmente bloqueara un anticuerpo la entrada de la cepa SARS-CoV-2 más antigua conocida en una célula, menor será la gama de virus que podría unirse. El equipo también descubrió que los anticuerpos que podían desactivar una amplia variedad de virus se dirigían a secciones del dominio de unión que tendían a no cambiar a medida que evolucionaba el virus.
Estos datos identifican "características que deben priorizarse para el desarrollo terapéutico contra la pandemia actual y las posibles pandemias futuras", apunta el estudio. (El Mundo)
Seguro se va a lograr.
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