Es simple la cosa. Se vio desplazada porque dijo que se iba y nunca se va, se cree Churchill y no lo es, y como perdió espacio o nadie la consulta, se siente despechada y como toda mujer cuando otra pega el salto, le tiene envidia porque sabe que Patricia Bullrich tiene chances de disputar el lugar que dejó Macri en el espacio. Le falta grandeza para correrse, pasó su cuarto de hora, está media gagá, y sigue enamorada platónicamente de Macri, no suelta, hizo mucho por la república, se lo agradecemos, pero sigue en esa onde mística y zen, o ultra caga ostias y de rezos a la virgencita que raya con el fanatismo curanderil del gauchito gil, y es está claro que es destructiva y dañina, muy egocéntrica y delirante a veces, porque todavía banca a la Iglesia y al Papa, el gran culpable de nuestra debacle, y no quiere profundizar la grieta sino perdonar, cuando ella vivió toda su vida del Estado, y calle o desparece, después vuelve del ostracismo, y es mentira que se borró para no atacarlo a Macri, porque le pega a los suyos, y le dan lástima los hijos de Cristina, el gordo y la lorito, como si fuesen pobres víctimas de los padres, y nosotros, el pueblo de a pie, los laburantes, los privados, nos bancamos a la mafia peronista y la ineptitud de los radicales, solos y desamparados, porque ellos viven de la rosca, las peleítas, los cargos, el verso, los comités, las alianzas, como la estúpida de la Stolbizer que ahora se quiere sumar al Pro, harto de estos figuretis, porque después cuando las cámaras se apagan se dan besos y abrazos y vos te quedás mascullando bronca y te consume la rabia. Hoy Lilita es parte del problema y no de la solución porque está socavando al ala dura y apoya a Larreta. Leer lo que decía de Rafecas y ver ahora que lo apoya, es decepcionante porque de eso no se vuelve más, aunque sea un mal menor esa jugada como te lo explican, y si ella en las elecciones no hubiese alentado la división entre los radicales o los espacios que fueron para que no gane Menem, al final el hijo de puta de Kirchner jamás hubiese llegado al poder.
Es simple la cosa. Se vio desplazada porque dijo que se iba y nunca se va, se cree Churchill y no lo es, y como perdió espacio o nadie la consulta, se siente despechada y como toda mujer cuando otra pega el salto, le tiene envidia porque sabe que Patricia Bullrich tiene chances de disputar el lugar que dejó Macri en el espacio. Le falta grandeza para correrse, pasó su cuarto de hora, está media gagá, y sigue enamorada platónicamente de Macri, no suelta, hizo mucho por la república, se lo agradecemos, pero sigue en esa onde mística y zen, o ultra caga ostias y de rezos a la virgencita que raya con el fanatismo curanderil del gauchito gil, y es está claro que es destructiva y dañina, muy egocéntrica y delirante a veces, porque todavía banca a la Iglesia y al Papa, el gran culpable de nuestra debacle, y no quiere profundizar la grieta sino perdonar, cuando ella vivió toda su vida del Estado, y calle o desparece, después vuelve del ostracismo, y es mentira que se borró para no atacarlo a Macri, porque le pega a los suyos, y le dan lástima los hijos de Cristina, el gordo y la lorito, como si fuesen pobres víctimas de los padres, y nosotros, el pueblo de a pie, los laburantes, los privados, nos bancamos a la mafia peronista y la ineptitud de los radicales, solos y desamparados, porque ellos viven de la rosca, las peleítas, los cargos, el verso, los comités, las alianzas, como la estúpida de la Stolbizer que ahora se quiere sumar al Pro, harto de estos figuretis, porque después cuando las cámaras se apagan se dan besos y abrazos y vos te quedás mascullando bronca y te consume la rabia. Hoy Lilita es parte del problema y no de la solución porque está socavando al ala dura y apoya a Larreta. Leer lo que decía de Rafecas y ver ahora que lo apoya, es decepcionante porque de eso no se vuelve más, aunque sea un mal menor esa jugada como te lo explican, y si ella en las elecciones no hubiese alentado la división entre los radicales o los espacios que fueron para que no gane Menem, al final el hijo de puta de Kirchner jamás hubiese llegado al poder.
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