<Era un cuadro muy triste. Alguien con sensibilidad se solidarizó con el reclamo del prisionero y abrió la puerta de la jaula.
»Al día siguiente, este hombre compasivo fue a observar los beneficios de
su obra y se encontró con el loro en el mismo lugar que seguia exigiendo las
condiciones de su felicidad: ¡libertad, libertad, libertad...!»
Un ciervo majestuoso estuvo encerrado en el zoológico durante diez años. Constantemente daba vueltas alrededor de los barrotes. Un visitante se apiadó de él y abrió el cerrojo. El soberbio animal salió
despacio y comenzó a repetir el giro exacto que había ejercitado en cautiverio.
La jaula ya era interna.
De la misma manera los peces de acuario dan vueltas circulares en el lago si los sacan de la pecera. La magia de la felicidad opera, en cambio, com vocación de mar. Es cielo despejado, elevación que abandona rutinas, trascendencia del pequeño ego recurrente.
Las perlas abundan pero no flotan. Hay que internarse en las profundidades marinas para encontrarlas.
Perdón, no salió completo, ahora sí. <Era un cuadro muy triste. Alguien con sensibilidad se solidarizó con el reclamo del prisionero y abrió la puerta de la jaula.
»Al día siguiente, este hombre compasivo fue a observar los beneficios de
su obra y se encontró con el loro en el mismo lugar que seguia exigiendo las
condiciones de su felicidad: ¡libertad, libertad, libertad...!»
Un ciervo majestuoso estuvo encerrado en el zoológico durante diez años. Constantemente daba vueltas alrededor de los barrotes. Un visitante se apiadó de él y abrió el cerrojo. El soberbio animal salió
despacio y comenzó a repetir el giro exacto que había ejercitado en cautiverio.
La jaula ya era interna.
De la misma manera los peces de acuario dan vueltas circulares en el lago si los sacan de la pecera. La magia de la felicidad opera, en cambio, com vocación de mar. Es cielo despejado, elevación que abandona rutinas, trascendencia del pequeño ego recurrente.
Las perlas abundan pero no flotan. Hay que internarse en las profundidades marinas para encontrarlas.
<Era un cuadro muy triste. Alguien con sensibilidad se solidarizó con el reclamo del prisionero y abrió la puerta de la jaula.
ResponderEliminar»Al día siguiente, este hombre compasivo fue a observar los beneficios de
su obra y se encontró con el loro en el mismo lugar que seguia exigiendo las
condiciones de su felicidad: ¡libertad, libertad, libertad...!»
Un ciervo majestuoso estuvo encerrado en el zoológico durante diez años. Constantemente daba vueltas alrededor de los barrotes. Un visitante se apiadó de él y abrió el cerrojo. El soberbio animal salió
despacio y comenzó a repetir el giro exacto que había ejercitado en cautiverio.
La jaula ya era interna.
De la misma manera los peces de acuario dan vueltas circulares en el lago si los sacan de la pecera. La magia de la felicidad opera, en cambio, com vocación de mar. Es cielo despejado, elevación que abandona rutinas, trascendencia del pequeño ego recurrente.
Las perlas abundan pero no flotan. Hay que internarse en las profundidades marinas para encontrarlas.
Perdón, no salió completo, ahora sí.
ResponderEliminar<Era un cuadro muy triste. Alguien con sensibilidad se solidarizó con el reclamo del prisionero y abrió la puerta de la jaula.
»Al día siguiente, este hombre compasivo fue a observar los beneficios de
su obra y se encontró con el loro en el mismo lugar que seguia exigiendo las
condiciones de su felicidad: ¡libertad, libertad, libertad...!»
Un ciervo majestuoso estuvo encerrado en el zoológico durante diez años. Constantemente daba vueltas alrededor de los barrotes. Un visitante se apiadó de él y abrió el cerrojo. El soberbio animal salió
despacio y comenzó a repetir el giro exacto que había ejercitado en cautiverio.
La jaula ya era interna.
De la misma manera los peces de acuario dan vueltas circulares en el lago si los sacan de la pecera. La magia de la felicidad opera, en cambio, com vocación de mar. Es cielo despejado, elevación que abandona rutinas, trascendencia del pequeño ego recurrente.
Las perlas abundan pero no flotan. Hay que internarse en las profundidades marinas para encontrarlas.
Después de casada seguí siendo feminista, mucho prejuicio...
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