Creo que ni buscando por el resto de los siglos hasta por debajo de las piedras nos toparíamos con un engendro como este.
¿Con qué cara se puede mirar al presidente de otro país, al encontrarse (¡y como visitante!), del que se ha hablado en estos términos? ¿Qué discurso de colaboración y hermandad, (a lo que el kirchnerismo desde su falsedad es tan afecto), se puede pronunciar después de esto?
Aflojen con la envidia al gato porque alguno va a reventar ,la diseminación de odio que hace esta gente no tiene nombre
ResponderEliminar