POROTA furiosa por el 5 a 0 de la Corte y por la confirmación del procesamiento en la causa Cuadernos: "Es un golpe de Estado"

CRISTINA KIRCHNER, FURIOSA POR EL 5 A 0 DE LA CORTE: «ES UN GOLPE DE ESTADO»

En exclusiva, PeriodismoyPunto repasa la intimidad de cómo la vicepresidenta vivió el fallo que frenó el traslado de los jueces que la investigan.

By Luis Gasulla / 30/09/2020

Ayer la vicepresidenta Cristina Kirchner no salía de su asombro, luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) aceptara por unanimidad -5 a 0- tratar el per saltum de los jueces desplazados. Gritaba. Llamaba a su hijo Máximo. En su entorno, nadie vislumbró el revés a sus intereses personales y su deseo de impunidad y venganza. El fallo causó estupor entre sus íntimos, a los que les dijo: «Esto es un golpe de Estado».

La ex presidenta está convencida de que algo está pasando en Comodoro Py, y no soporta la resistencia que le ofrecen un grupo de fiscales y jueces que le perdieron el miedo. Por eso le ordenó al virtual ministro de Justicia, Juan Martín Mena, salir a repudiar el fallo. El libreto es tan repetido que aburre. Trata sobre una conspiración para perseguirlos, mientras la Justicia apaña las supuestas tropelías de Mauricio Macri y compañía.

A Cristina le prometieron que antes de fin de año el ex presidente estaría cercado judicialmente. Sin embargo, el tiempo pasa y Macri parece estar tranquilo. La causa por presunto espionaje ilegal de Lomas de Zamora no ofrece los resultados esperados. Sólo les queda el caso D’Alessio y el juez Alejo Ramos Padilla, quien se propuso acorralar a Gustavo Arribas y Silvia Majdalani pese a que no hay pruebas que los vinculen al falso abogado.

Mientras tanto, la vicepresidenta diseña el plan para atacar mediáticamente a otro juez que la incomoda. Néstor Costabel, quien definirá el final de la causa «Ruta del dinero K». No se trata de solidaridad con el empresario Lázaro Báez, sino de proteger sus intereses. Si el «amigo de Néstor» es condenado y entre los argumentos de la Justicia aparece la obra pública, marcará un serio antecedente para la causa Vialidad Nacional.

El tiempo vuela. La pandemia fue una solución para instalar el plan Venganza, pero sus resultados son inciertos. Por eso, Cristina Kirchner se propone acelerar a través de sus caniches mediáticos y no descarta tirar del mantel, mientras la debacle económica se profundiza y sus seguidores empiezan a preguntarse cuándo se les llenará la heladera. El destino de Alberto Fernández parece sellado. Bailará al son de su mentora. (PyP)