Leandro Báez contó la historia de esta foto c/Alberto quien dice que no mentir es lo más importante. 1ra parte de entrevista en la q habla de todo https://t.co/cnLNT8yVwe Mañana segunda parte en la que habla de otros funcionarios de Alberto que visitaban a Báez y hoy lo niegan pic.twitter.com/juqCTRZ2VX— Luis Gasulla (@LuisGasulla) August 4, 2020
Parte I
EXCLUSIVO. LEANDRO BÁEZ, ÍNTIMO: SU PADRE, LOS SECRETOS DEL PODER, LA FAMILIA, LA CÁRCEL Y LOS KIRCHNER
El hijo menor de Lázaro Báez habló con PeriodismoyPunto. Primera parte de una extensa entrevista, donde no quedó tema por tocar.
Las pocas veces que Leandro Báez (32) accedió a una entrevista con la prensa, se le preguntó sobre su relación con su detenido padre y los vínculos de su progenitor con los Kirchner. “Es como que todos quieren que diga lo que ellos quieren escuchar”, reflexiona el hermano de Martín -detenido-, Melina y Luciana. Desde Río Gallegos, accedió a conversar de todos los temas con PeriodismoyPunto sin la urgencia del título televisivo. Qué siente y piensa, uno de los hijos de uno de los hombres más investigados por el periodismo y la justicia argentina que supo construir un imperio en la Patagonia que se derrumbó como un castillo de naipes.
-¿Cómo es ser Leandro Báez?
-(Risas) Una persona común como cualquier otra. Siempre igual. Soy un chico de barrio. Hace unos días miré fotos de chico y encontré amistades del barrio y recordé muchas cosas.
–¿Y qué recordás?
-Lo que se perdió en la actualidad. Lo veo con mi hijo de 9 que está con la tablet, la computadora. Antes cortábamos la calle para jugar a la pelota. ¿Son lindos no? Esas cosas…
-Sí. Claro que sí. La infancia… el que tuvo una bella infancia siempre la añora…
-Sin duda. Y el que tuvo una mala infancia, aprende y sabe valorar mucho más las cosas.
-¿Y cómo fue la tuya?
-¡No! No me faltó nada. Bien. Por ahí no disfruté de mis abuelos, porque cuando nací ya eran grandes. A la mamá de Lázaro la conocí grande, como la típica abuela con camisón. Mi abuelo paterno murió cuando tenía 7 años. Mi abuela materna tenía 5 cuando falleció y mi abuelo materno tiene 86 años el viejo y todo bien por suerte.
-¿Qué es lo más atractivo de aquella infancia en Gallegos con el viento patagónico insoportable?
-Uno se acostumbra. Pero estábamos con la bicicleta, pelota y patineta. Era lo que teníamos y la Nintendo64, mi hermano tuvo el Sega. Pero era otra vida. Me acuerdo mi vieja ventilando la casa con la puerta abierta. No había inseguridad acá.
-¿Siempre viviste en Gallegos?
-Sí. Después de grande me fui a Buenos Aires.
-¿Entre Gallegos y Buenos Aires, con qué ciudad te quedas?
-Son distintas, pero hoy viviría en Buenos Aires.
–¿Qué es Gallegos para vos?
-Mi vida, mi familia. Si le digo a mi mujer ir a otro lado, me dice que no. Ella muere acá. Pero hoy veo de otra manera a Buenos Aires; sos uno más del montón. La gente vive su mundo y acá, la gente tiene una particularidad, que están pendientes del resto. Si andás con un auto, si pusiste una tienda de ropa, se fijan en todo. Por cualquier cosa te juzga. Es complicada la sociedad de Gallegos.
-Pero tu apellido, ¿qué te dio y qué te quitó?
-Siempre hablo de los amigos del campeón. Cuando estaba todo bien, eran todos elogios. Pero hay algo que rescato de la familia en sí, siempre que pudimos ayudar, ayudamos. Nació y se crió acá y trató de hacerlo. Digo que venís sin nada y te vas sin nada. Hoy la situación cambió y cuando necesitás una mano laboral… hoy tener un Báez en la planilla de empleados, no lo quiere nadie.
–¿Cuándo cambió?
-El 5 de abril del 2016, cuando Lázaro cae detenido.
-¿Lo esperabas?
-Yo no. Lázaro sí lo sabía, creía que podía pasar.
-¿Por qué? ¿Por el video de “La Rosadita”?
-No, porque Lázaro no sale en el video. El más complicado era Martín. Sabiendo como es Lázaro, él iba a poner el pecho por Martín pero bueno, después, me he llevado grandes decepciones.
-Algo que me llama la atención es que lo llames Lázaro y no papá…¿es una distancia o es una costumbre?
-Sí, pero por ahí le digo papá. Cuando entré en Austral en el 2011, por una cuestión de estar frente a los empleados, no le iba a decir “che, papá”…
-¿Él te daba privilegios por ser hijo del dueño?
-¡No! Pero en la indagatoria pensaba decir cómo conocí a Daniel Pérez Gadín, que era el responsable de armar el organigrama de Austral Construcciones. Lázaro le dio la orden de armar los departamentos de contabilidad, compras y todo. Una vez charlando con Gadín, después de horario, en la oficina de Austral, le pregunto “¿para qué hacemos ésto?”. El que hace el organigrama es el que iba a violarlo. El que lo conoce sabe que es así. Lázaro te decía que comprar una rueda, un bulón y cómo certificar rápido el asfalto. Estaba en todo. Todo pasaba por Lázaro. No es que me quiera sacar la mochila de responsabilidad, pero era así. El que lo conoce lo sabe.
-Contame lo que recuerdes de la génesis de sus negocios en el sur, los de tu padre, ¿cómo fue realmente que comenzó su carrera bancaria?
-Todo el mundo lo define como un simple cajero bancario. Lo escuché en los alegatos en Py y que gracias a la familia presidencial, tuvo lo que tuvo. Eso se dijo en el juicio, pero en los alegatos del fiscal Córdoba no escuché que se diga nada de eso. Era el rey de la obra pública, que se lo daba su amigo -según sus propias palabras- que dijo que fue, soy y seré el amigo de Néstor Kirchner, pero no lo escuché en el alegato final de Córdoba. Cómo que se olvidó esa parte. El año pasado querían apretar para que complique a Cristina, y ahora nada. Pero Lázaro no fue un simple cajero, hizo una carrera dentro del Banco Nación, cursos en Trelew, Mar del Plata y fue progresando. Si mal no recuerdo, alguna vez lo hablé con mi mamá. En la época de Arturo Puricelli- ex gobernador de Santa Cruz-, pide el traspaso del Banco Nación al Santa Cruz. Él se lo dio. No fue Néstor. Porque hay una de las tantas denunciantes, supuestamente del sur -se refiere a Mariana Zuvic-, que es la ex mujer de Eduardo Costa, que repite eso. Él siguió creciendo y llegó a Gerente General.
-Con lo que contás desmitificas algunas cosas, pero ¿qué le pasó a Córdoba que se olvidó de las palabras Vialidad y Cristina? Por otro lado, tu padre era el cráneo más grande del Banco pero ¿cómo se quedó con toda la obra pública del sur?
-Dejame aclarar que no tengo nada contra el fiscal Córdoba, pero se ve que él conmigo sí. Me nombró de ida y vuelta. Me cacheteó por todos lados y pidió dos veces mi detención. Siempre destaqué al juez Costabel, que es un tipo neutro. Le dio protección a todos los imputados y nos respetó por igual. El fiscal, desde que empezó el juicio, se basaba en la relación de Lázaro con el matrimonio presidencial, que siempre la admitió Lázaro. Siempre se basó en eso pero, en el alegato, no escuché ni una palabra sobre eso ni el delito precedente. No se tocó nada de eso y se basó en una causa de facturas truchas de Bahía Blanca.
-En estos años se dijeron muchas cosas. Por ejemplo, que tu madre dijo que si tocaban a sus hijos hablaría…
-La verdad que mi vieja, por nosotros, todo haría. Hay cosas que son íntimas, que quizá Norma habló con Lázaro y estaba decidida a decir, pues no me importa nada. Quizá sabe cosas que yo no sé. O lo dijo en calentura. Pero Norma, yo le pedí, personalmente, que se dedique a reclamar lo que le corresponde. Ella se divorció y no pidió nada. Fijate la locura del fiscal, que pide el decomiso de todo. Hasta de una vivienda que era de mis abuelos. Si investiga el período 2003-2011, ¿por qué pide bienes de familia?
-Tu papá, a través de sus abogados, o por idea suya ¿quería verte preso?
-¡No creo! Lázaro no iba a querer eso, pero sí sus abogados.
–¿Qué buscaban? ¿Dividir a la familia?
-Ya lo habían hecho. A Lázaro lo encapsularon. Como estamos a 3000 kilómetros. Usaban a los hijos como manera de apretarlo. No tengo dudas. Pongo el pecho para decirlo. No me lo contó nadie eso, lo vi.
-¿Cuántos comieron de la teta de Lázaro?
-Un montón. ¿Por qué lado me lo decís? Que daba trabajo en el grupo Austral y un montón de familias.
-¿Y del lado de los oportunistas?
-También. Gran parte de sus amigotes, de los cuales figuran en causas o accionistas secundarios, se desaparecieron.
-Hablaste del tema del fiscal pero ¿qué pensás que pidieron 9 años a tu hermano mayor? ¿Qué pensaste?
-Sinceramente, pensé que me iba a pedir 7 años fácil. Más por los pedidos previos de detención y me nombró Córdoba siempre. Debe tener algo personal conmigo y ojalá venga y me diga si era así.
¿Tenés miedo de ir preso?
-Hace cuatro años que vengo pensando esa posibilidad.
-¿En qué te cambia la vida pensar eso? ¿Disfrutás más o estas nervioso?
-Hay días. Malos y buenos. Hay días que ves a tus hijos y no querés que se pase más el día. O ir a tomar mate con mi vieja. Pero me considero una persona que no soy parte de una banda, no nací en eso. Tenía 13 años cuando se creó Austral. No nací sabiendo lo que era una empresa. Cuando me mostraron, en la indagatoria, si era mi firma: “Sí, le digo, es mi pasaporte, lo entregué con la confianza que se le tiene a un padre”.
-¿Alguna vez se lo recriminaste?
-Obvio que sí.
-Un padre suele hacer lo mejor para sus hijos, incluso Cristina debe haber hecho lo mismo, pero ¿en algún punto decís, “que irresponsabilidad hacer ésto sabiendo que estaba mal”?
-Pero lo que le recrimino es la gente con la que él se rodeó. Te puedo asegurar que hay muchos que son críticos de nosotros y tienen cuentas no declaradas en el exterior.
-¿Te dió bronca cuando aparecieron las escuchas de tu papá con una novia, parte de la causa Puf?
-A mi hijo lo conocí de grande, a los cuatro años. Me hice cargo y no dudé en hacerlo. Está ahora conmigo y no pierdo un segundo de estar con él. Cuando pasa lo que pasa con Lázaro, te acordás cuando estaba la loca de la AFIP, que supuestamente tenía un hijo con él, y después aparecen otras minas y nos comemos tremendo garrón familiar y el muchacho… así, como si nada. Y mi vieja que cuidó a su madre hasta el último día, la está pasando mal. Eso me da bronca. A la gente le importa si lavó o no dinero. Pero hay cosas personales que también pasaron en el medio. Eso también hay que contarlo.
-De hecho, recuerdo haber visitado a una de sus confidentes que es la casa en la que Lázaro Báez se mudaría si recuperaba la libertad…
-Sí. Y ahora está la nueva, una tal Claudia -se refiere a Claudia Insaurralde-. Está todo bien. Están divorciados, pero vení de frente y decí “estoy en pareja”. Pero la mina se cree la Reina Isabel. Nosotros no somos así. Esa gente te deja mal parado. Esa gente te da bronca.
-¿Cómo termina esta historia?
-Uhh… una pregunta… Faltan los alegatos de los imputados. Tengo esperanza con los nuestros, y dirá si me sorprende Lázaro con el suyo y se pone un poquito más sincero. Pero me refiero a lo nuestro, sus hijos. Porque cuando digo eso, todos piensan que me refiero a que reconozca algo de lavar la plata y esas cosas. Pero que reconozca que nos puso en la situación en la que hoy estamos.
-Pero si eso no sucede, sus cuatro hijos pueden terminar presos. Incluso Melina, tu hermana menor…
-Melina no conoció la oficina de Austral Construcciones. Con eso te digo todo.
-Pero él sigue callado sin decir nada, ¿cómo lo explicás como hijo?
-Sinceramente, hay algo que no sabemos. Tanto ustedes como nosotros, su familia. No sabemos. No tengo relación y no lo hablo. No sé con qué especula. Pero el domingo me llamó su abogado nuevo -se refiere a Villanueva-, que me dijo que Lázaro no quería que salga a hablar. Le dije: “Pero que me llame Lázaro, ¿vos quién sos? Si ni sabes qué voy a decir”. Esas cosas me molestan. ¿Vos a tu hijo, si tenes que decirle algo, vas a mandar a un tercero para decirle?
-Quizá es más papista que el Papa y no fue tu padre…
-Pero esas cosas molestan. ¿Entendés?
-¿Qué sentiste cuándo leíste que habían asesinado a Fabián Gutiérrez?
-Me sorprendió. No éramos amigos. pero teníamos onda siempre al cruzarnos. Me quedé helado. Pero es un tema delicado para tocar y es personal, porque conozco a Valeria su hermana y no me gustaría opinar.
-Al poder ¿lo disfrutaste o lo temiste?
-Ninguna de las dos. Pero Lázaro, sí. Hubo una época en que se preocupó mucho por nosotros. Era pendejo, no tenía hijos, cabeza cuadrada y no me importaba. Salía de joda y no medía. Uno sabe o no te la contaban. Pero capaz que él tenía miedo por nosotros.
-¿Tenías relación con los hijos de Cristina?
-Nada que ver.
–¿Cómo era la relación de ambas familias?
-Mi vieja no la conoció a Cristina. Yo sí compartí tres o cuatro asados con Néstor. Y me acuerdo la famosa foto que salió con Alberto Fernández y Lázaro.
-Pensar que Alberto, para mi libro me dijo que no lo había tratado a tu viejo…
-(Risas) En la foto está en la casa de mi vieja. Me acuerdo porque fue el día que Menem se bajó del balotaje. Durante el 2003, estaba en educación física, me pasó a buscar Lázaro como nunca y me dice: “Se bajó Menem, me acompañás a verlo a Néstor?”. Justo estaba Alberto ahí y nos sacamos la famosa foto.
Continuará…
un mapuche cabeza de termo como el padre que de triste cajero de banco con un Falcon podrido pasó a tener media patagonia y estos negros llegaron a tener más tierras que los Menéndez Behety y después te hablan de la oligarquía los imbéciles que los votan a los K
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