El expresidente de Perú se pegó un tiro en la cabeza cuando estaba por ser detenido. La carta fue leída por su hija durante el velatorio.
El expresidente de Perú, Alan García, se suicidó de un disparo en la cabeza cuando estaba por ser detenido durante un allanamiento en su casa de Lima. Estaba siendo investigado por sobornos y corrupción en el marco del caso Odebrecht, la empresa constructora brasileña que ocasionó escándalos políticos por su millonaria red de coimas en alrededor de 12 países, entre ellos, Argentina.
Antes de morir, el ex líder del partido Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) dejó una carta drigida a su familia y a sus adversarios políticos en la que dio a conocer el motivo de su drástica decisión. Su hija Luciana fue la encargada de leerla durante el velatorio.
García expresó su repudio a los adversarios políticos por “la estrategia de criminalizarlo durante 30 años” y afirmó que no tenía por qué sufrir “esas injusticias y circos”. Además, manifestó que “nunca encontrarán más que sus especulaciones y frustraciones”.
La carta completa de Alan García:
"Cumplí la misión de conducir el aprismo al poder en dos ocasiones e impulsamos otra vez su fuerza social. Creo que esa fue la misión de mi existencia, teniendo raíces en la sangre de ese movimiento.
Por eso, y por los contratiempos del poder, nuestros adversarios optaron por la estrategia de criminalizarme durante más de 30 años. Pero jamás encontraron nada, y los derroté nuevamente, porque nunca encontrarán más que sus especulaciones y frustraciones.
En este tiempo de rumores y odios repetidos, que las mayorías creen verdad, he visto cómo se utilizan los procedimientos para humillar o vejar, y no para encontrar verdades.
Por muchos años me situé por sobre los insultos. Me defendí, y el homenaje de mis enemigos fue argumentar que Alan García era suficientemente inteligente como para que ellos no pudieran probar sus calumnias.
No hubo ni habrá cuentas ni sobornos ni riqueza, la historia tiene más valor que cualquier riqueza familiar. Nunca podría haber precio suficiente para quebrar mi orgullo de aprista y de peruano. Por eso repetí, otros se venden, yo no.
Cumplido mi deber en la política y en las obras hechas en favor del pueblo, alcanzadas las metas que otros países o gobiernos no han logrado, no tengo por qué aceptar vejámenes. He visto a otros desfilar esposados, guardando su miserable existencia, pero Alan García no tiene por qué sufrir esas injusticias y circos.
Por eso, le dejo a mis hijos la dignidad de mis decisiones. A mis compañeros, una señal de orgullo; y mi cadáver, como una muestra de mi desprecio hacia mis adversarios, porque ya cumplí la misión que me impuse.
Que Dios, al que voy con dignidad, proteja a los de buen corazón y a los más humildes".
Por eso, y por los contratiempos del poder, nuestros adversarios optaron por la estrategia de criminalizarme durante más de 30 años. Pero jamás encontraron nada, y los derroté nuevamente, porque nunca encontrarán más que sus especulaciones y frustraciones.
En este tiempo de rumores y odios repetidos, que las mayorías creen verdad, he visto cómo se utilizan los procedimientos para humillar o vejar, y no para encontrar verdades.
Por muchos años me situé por sobre los insultos. Me defendí, y el homenaje de mis enemigos fue argumentar que Alan García era suficientemente inteligente como para que ellos no pudieran probar sus calumnias.
No hubo ni habrá cuentas ni sobornos ni riqueza, la historia tiene más valor que cualquier riqueza familiar. Nunca podría haber precio suficiente para quebrar mi orgullo de aprista y de peruano. Por eso repetí, otros se venden, yo no.
Cumplido mi deber en la política y en las obras hechas en favor del pueblo, alcanzadas las metas que otros países o gobiernos no han logrado, no tengo por qué aceptar vejámenes. He visto a otros desfilar esposados, guardando su miserable existencia, pero Alan García no tiene por qué sufrir esas injusticias y circos.
Por eso, le dejo a mis hijos la dignidad de mis decisiones. A mis compañeros, una señal de orgullo; y mi cadáver, como una muestra de mi desprecio hacia mis adversarios, porque ya cumplí la misión que me impuse.
Que Dios, al que voy con dignidad, proteja a los de buen corazón y a los más humildes".
Video
La hija de García lee la carta de su padre durante el velatorio
jajajaja, los ignorantes como Bremer, dice que lo persiguieron y lo llevaron al suicidio, este era del destino que yo quería para Cristina, que la cansen como hasta ahora, hasta que no soporte más.LASTIMA QUE NO TENEMOS JUECES INTELIGENTES, TENEMOS MUCHA MIERDA.
ResponderEliminarEste, el preferido de los peronistas fué un corrupto perdió y un dia volvió, un poco mejor, pero...un corrupto, cuanta gente se tuvo que ir por este cerdo.?
El era casado con una Nores Martínez, de la familia del vice Presidente Alfonsín, una familia distinguida de Córdoba, pero estuvieron en la Patagonia, porque yo tenía una tia que los nombraba siempre.
Luego la dejo por una amante, una judía que quería la plata robada de él un cachivache,
JODETE HIJO DE PUTA, LASTIMA QUE NO LO PENSASTE ANTES.
Tenés un cerebro de cloaca y un alma negra como carbón, que yo sepa no hay nada probado y aunque así fuese lo único que podes desear es que pague con cárcel. Me da nauseas leerte.
EliminarLo mismo de siempre, son todos pobres vìctimas.
ResponderEliminarAl menos tuvo un gramo de decencia y dignidad y se matò.
El suicida no se salva. Ha despreciado el bien q Dios le ha concedido. No esta en nuestras manos la muerte. Su alma esta condenada. Se va a arrepentir por toda la eternidad. Tantos títulos y tanta despedida de este mundo, para entrar al infierno!!!
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