17 de febrero de 2019
El modus operandi es siempre el mismo: poco antes de desatarse una nueva opereta K sobreviene una suerte de excitación incontenible que se palpa en el ambiente. Como los chicos que preparan una travesura, la ansiedad les gana de mano y van dejando tantas huellas en sus preparativos que cuando la fechoría se desata cualquier adulto cercano ya reconoce todos los hilos. De los creadores de "Macri tiene su primer desaparecido" esta vez llegó "Stornelli extorsionador". El autor nunca parece tomarse muy en serio sus investigaciones porque deforma los nombres y apellidos que va mencionando con fines risueños, tal vez para aliviar su soporífera prosa de expediente.
El exembajador en el Vaticano, Eduardo Valdés, invitado al programa Terapia de noticias, por LN+, nos adelantó fuera del aire varios días antes de que Horacio Verbitsky diera a conocer en su blog su mamotreto contra Carlos Stornelli que "algo muy grave" iba a saltar pronto contra el fiscal de la causa de los cuadernos.
Una vez que el servicial carpetazo tomó estado público, trascendió que era un secreto a voces que conocían demasiados. Hasta algunos presos notables del kirchnerismo reclamaban desde la cárcel que el escándalo estallara de una vez. Es que para imputados, procesados, libres o detenidos, se estaba tornando insoportable la cantidad de valiosas evidencias colectadas en las últimas semanas en la causa de los cuadernos efectuadas por el exsecretario de Hacienda santacruceño, Juan Campillo; el contador de los Kirchner, Víctor Manzanares, y la viuda del secretario presidencial Daniel Muñoz, Carolina Pochetti. Fueron de tal contundencia que como graficó un funcionario judicial a Joaquín Morales Solá en su columna del miércoles, es como si "los arrepentidos están llegando a Berlín", en alusión al fin de Hitler y de la Segunda Guerra Mundial, en 1945.
Y así como tantas veces han acusado al Gobierno y al periodismo profesional de sacar temas secundarios para tapar otros más graves, ahora ellos intentaron sembrar un efecto distractivo, pero con un bonus track más dañino: voltear al fiscal de la causa. Valdés, que, como se dijo más arriba, conocía bien el asunto, fue una de las estratégicas poleas de comunicación posteriores cuando el tema se hizo público.
La figura del "falso influyente" no es un mal novedoso de la Argentina decadente del siglo XXl. Como será de trillada que ya hace más de sesenta años, desde 1957 y hasta 1994, Tato Bores encarnó con su peluquita desordenada, los anteojos sin vidrios y su jaquette a uno de estos personajes que alardean de tener muchos "contactos" en los tres poderes del Estado y más allá. En aquellos inolvidables monólogos, su entrañable personaje alardeaba de codearse con presidentes, ministros, jueces, dirigentes políticos y militares.
Con un sistema claramente sobredimensionado de medios audiovisuales en el rubro informativo -no hay país en el mundo que cuente con la cantidad de canales de noticias que tiene la Argentina-, es del todo habitual que habiendo tantas señales salgan a disputarse con voracidad los invitados. Hace más de cuarenta años cuando toda la televisión se resumía en contados canales abiertos, la posibilidad de salir en pantalla era muy reducida y, por lo tanto, conductores y productores eran superexigentes y tamizaban muy bien las alternativas antes de llevar ante cámaras a un experto en algún tema. Desde que las pantallas se multiplicaron por mil (hay que sumar los formatos en video tan fáciles de subir por el que así lo desee a sus redes sociales) cualquiera se convierte en una figura a consultar.
Tal es el caso de Marcelo D'Alessio. Cuando los kirchneristas tras arder de bronca porque notaban que ni LA NACION ni Clarín se subían con la velocidad que ellos deseaban a la inefable arca de Verbitsky sin los imprescindibles rechequeados de tan turbia historieta, encogieron sus ambiciones y se dedicaron a marcar con un compacto de videos cómo D'Alessio se había paseado por casi todos los canales dando cátedra de narcotráfico y de cuánto otro tema se le pusiera por delante. La frecuente aparición en pantalla empodera al falso influyente que chapea con esa precaria popularidad y ve facilitado su trabajo en el trasiego de los servicios de inteligencia y de los mentideros políticos. Se entera de cosas, deduce unas, fabula otras y trafica con todas.
Que traiga y lleve eso a la TV cartonera que supimos conseguir no sería tan grave como que este tipo de personajes nefastos tenga tan fácil acceso a magistrados y estos no solo le presten atención, sino que permitan algo parecido a la amistad, frecuentándose y contándose confidencias.
Tal lo que ha sucedido con el susodicho y ahora preso D'Alessio y el fiscal Stornelli. Más allá de lo vidriosa de la historia, convendrá que la Justicia investigue el extraño episodio hasta las últimas consecuencias, condenando al que pidió coimas y a su mandante, si es que lo tuviera. También se impone un enérgico llamado de atención a aquellos que montan fake news a repetición con fines aviesos y que ya vienen con antecedentes graves en la materia sobre sus espaldas.
psirven@lanacion.com.ar
Boudou adentro dijo la Cámara de Casación !
ResponderEliminarQue así sea!
Como les salió mal esta opereta, ahora van por los parques eólicos.
ResponderEliminarTema que voy a investigar porque no es como los relata C5N y demás.
Naboresio.
ResponderEliminarhttps://mobile.twitter.com/clarincom/status/1097497253009375234
Excelente nota, Pablo Sirven..!
ResponderEliminarMuy buena editorial de Sirven.
ResponderEliminarHablando de FALSOS KaKaS, la HIJA la la Del Boca dice que su padre y su novia se acostaban con ella desnudos.
ResponderEliminarLO ACUSA DE PERVERSO, lo PROBARÁ?
La patrocina LA ABOGADA DE FARDIN?
Eva
tanto tiempo despues y ahora habla la piba?
Eliminaren que quedo todo lo que se afano la madre y la hija?
no van a jjuicio por eso?
o se estan preparando para victimizarse?
de esta gente no me extrañaria! no da puntada sin hilo!
Impecable Sirven.
ResponderEliminarN V M
Muy correcto P.Sirven
ResponderEliminarEstos imbéciles además de corruptos y ordinarios totalmente incapaces.Les queda poco tiempo están DESESPERADOS saben que van todos presos
Hoy Eduardo Feinmann confirmó que no es abogado, y tampoco contador como
ResponderEliminartambién se haçia llamar.