Esta basura nos hundió y recontrahundió. Hizo del Estado una cueva de ladrones que ahora están sentados en el senado y en diputados como grandes señores, con la cara de piedra.Me parece bárbaro que se quieran disminuír los costos laborales rebajando la carga de aportes y contribuciones. Esto implica mayor posibildades de crecimiento del empleo privado y a la vez menos recaudación para el financiamiento del sistema previsional.La macana es que este déficit lo quieren trasladar a los propios beneficiarios y concretamente a los jubilados que seimpre aportaron y que no tienen el 82%móvil como por ley le corresponde a un círculo áureo de privilegiados.El tema es que todo este sacrificio lo banca los ciudadnos que no vivieron de la teta del estado, cuando en realidad el estado debería reducir la plantilla de empleados públicos que sobra a más no poder, expulsar a estas basuras y no permitir que ganen fueros semejantes ladrones. De allí deberían salir los recursos que se recorten, del ahorro de sueldos de empleados sobreabundantes, y no de una franja de gente que siempre está poniendo. Si no se dan señales claras de a quién está dirigido el esfuerzo y para qué es el mismo, no vamos a cambiar nunca.
Esta basura nos hundió y recontrahundió. Hizo del Estado una cueva de ladrones que ahora están sentados en el senado y en diputados como grandes señores, con la cara de piedra.Me parece bárbaro que se quieran disminuír los costos laborales rebajando la carga de aportes y contribuciones. Esto implica mayor posibildades de crecimiento del empleo privado y a la vez menos recaudación para el financiamiento del sistema previsional.La macana es que este déficit lo quieren trasladar a los propios beneficiarios y concretamente a los jubilados que seimpre aportaron y que no tienen el 82%móvil como por ley le corresponde a un círculo áureo de privilegiados.El tema es que todo este sacrificio lo banca los ciudadnos que no vivieron de la teta del estado, cuando en realidad el estado debería reducir la plantilla de empleados públicos que sobra a más no poder, expulsar a estas basuras y no permitir que ganen fueros semejantes ladrones. De allí deberían salir los recursos que se recorten, del ahorro de sueldos de empleados sobreabundantes, y no de una franja de gente que siempre está poniendo. Si no se dan señales claras de a quién está dirigido el esfuerzo y para qué es el mismo, no vamos a cambiar nunca.
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