Juli viste esta nota???? Cuánta crueldad con la mente de la nieta es tan obvio que Trimarco miente nunca le creí no es una madre acongojada http://www.lanacion.com.ar/2046458-micaela-veron-la-hija-de-marita-entre-las-amenazas-y-la-lucha-por-dejar-atras-el-drama
Nota de hoy en La Nación
Tenía solo tres años en 2002, cuando su madre desapareció; su abuela se volvió un ícono de la lucha contra el crimen organizado
CÓRDOBA.- Micaela tiene 18 años y lucha, como casi todos a su edad, por ser ella misma. En esta ciudad más o menos lo consigue, pero el "hija de" cada tanto aparece. "Inti" -como le dicen sus amigos- es la hija de María de los Ángeles Verón, "Marita", cuya búsqueda se convirtió en un símbolo de la lucha contra la trata de personas. Micaela tenía tres años en 2002, cuando la vio por última vez en San Miguel de Tucumán, donde vivían.
Alta, lánguida y de cabello oscuro largo, Micaela es desenvuelta y extrovertida, pero varias veces durante las más de dos horas de charla con LA NACION pelea contra las lágrimas. Aunque no quiere ser "la hija de", sabe que por eso mismo está conversando con este diario; en sus pocos años fue hija de "la puta", de "la buscada", de "un caso" y de "una bandera".
"No la quiero idealizar, mi mamá era una persona común. La fui armando, conociendo por un libro, una especie de diario que hizo con sus amigas y conservo, por lo que dicen otros. Fui descubriendo cosas que no son ciertas; nadie nunca me dijo claramente nada. Yo sola me fui armando la historia", dijo. Una de las pocas cosas que tiene de "Marita" es una remera que, como cábala, usa cada vez que tiene que rendir.
Hace tres meses que Micaela no tiene custodia personal, pero cuando la visita su abuela, Susana Trimarco, un móvil de la Gendarmería estaciona frente a su casa. Pasó más de una década con dos personas pegadas. La familia recibe periódicamente amenazas y mensajes intimidatorios.
"Es no tener privacidad, saber que siempre hay alguien supervisándote, sabiendo adónde vas, qué haces, con quién. Si para cualquier adolescente es difícil rendir cuentas? imaginate." Después de tantos años, ni siquiera piensa que sea un alivio.
Estudia Antropología en la Universidad Nacional de Córdoba, lee mucho y de todo (aunque la poesía la seduce especialmente), disfruta de la música, pero todavía más del silencio y de la soledad. Desde que "Marita" desapareció, vivió con sus abuelos; ahora le queda sólo Susana. Con su padre tiene poca relación; él no participa de la búsqueda.
El 3 de abril de 2002, "Marita" fue a una consulta médica y desapareció de la faz de la tierra. Por testimonios y por la investigación se da por hecho que la captó una red de trata y prostitución que actuaba con complicidad de la policía tucumana. Desde entonces su madre la busca incansablemente.
En 2012, un tribunal absolvió a todos los acusados; el fallo provocó un cimbronazo político. Un año después la Corte tucumana revocó la decisión y condenó a 10 de los 13 imputados. En marzo pasado otra resolución de la Corte ordenó que esos acusados deberán seguir presos hasta que haya sentencia definitiva.
A Micaela no la dejaron ir al juicio. La defensora de menores le explicó que sería muy duro. "Una injusticia más en la lista de injusticias que me pasaron. Tuve que verlo por tevé o esperar a que me contaran. No pienso, no quiero pensar qué le pasó; no quiero construirlo", dijo.
Nunca en la charla dice qué supone sobre el destino de su madre y no parece esperanzada cuando menciona que la búsqueda sigue. Para ella la justicia no es tal, no tiene "relevancia", no cree que "tenga la capacidad para decidir qué es real y qué no, quién es culpable y quién inocente". La califica de "poco humana" y duda de la capacidad "de escuchar" de los funcionarios.
Micaela percibe que siempre estuvo "metida en el medio de todo" y que, tal vez por eso, nunca nadie se sentó a explicarle: "No me preguntaron ni intentaron acomodarme, es como que había cuestiones más preocupantes. Cuando tenía 4 años andaba en un prostíbulo buscando a mi mamá; hace tres años nos mudamos 10 veces por las amenazas. No me cuesta adaptarme ni a las personas ni a los lugares; debo tener «síndrome de acomodación»", dijo.
Experimentó excavaciones, esperó resultados de análisis de restos óseos; hace tres años se hizo un ADN para, al final, descartar que un adolescente que vivía en Alta Gracia fuera su hermano. Una testigo dijo que "Marita" había sido madre en La Rioja mientras estaba secuestrada y otra, que la había visto con un bebe en brazos en 2003.
"No hay pistas certeras sobre mi vieja; no hubo nunca un acercamiento total. Hay llamados, pedidos de plata de quienes dicen saber dónde está, pero nunca ocurre nada. Trato de mantenerme como al margen porque si no te deprimís o enloqueces -sostuvo-. No me da la cabeza para escuchar a las víctimas [de trata], no puedo estar con ellas. Es como que quieras olvidarte de algo y siempre te lo traigan." Son, seguramente, relatos que le hacen imaginar lo que vivió su madre. (LN)
(¡Gx Leonor!)
Tenía solo tres años en 2002, cuando su madre desapareció; su abuela se volvió un ícono de la lucha contra el crimen organizado
Micaela Verón, en Córdoba, durante la entrevista con LA NACION.
CÓRDOBA.- Micaela tiene 18 años y lucha, como casi todos a su edad, por ser ella misma. En esta ciudad más o menos lo consigue, pero el "hija de" cada tanto aparece. "Inti" -como le dicen sus amigos- es la hija de María de los Ángeles Verón, "Marita", cuya búsqueda se convirtió en un símbolo de la lucha contra la trata de personas. Micaela tenía tres años en 2002, cuando la vio por última vez en San Miguel de Tucumán, donde vivían.
Alta, lánguida y de cabello oscuro largo, Micaela es desenvuelta y extrovertida, pero varias veces durante las más de dos horas de charla con LA NACION pelea contra las lágrimas. Aunque no quiere ser "la hija de", sabe que por eso mismo está conversando con este diario; en sus pocos años fue hija de "la puta", de "la buscada", de "un caso" y de "una bandera".
"No la quiero idealizar, mi mamá era una persona común. La fui armando, conociendo por un libro, una especie de diario que hizo con sus amigas y conservo, por lo que dicen otros. Fui descubriendo cosas que no son ciertas; nadie nunca me dijo claramente nada. Yo sola me fui armando la historia", dijo. Una de las pocas cosas que tiene de "Marita" es una remera que, como cábala, usa cada vez que tiene que rendir.
Hace tres meses que Micaela no tiene custodia personal, pero cuando la visita su abuela, Susana Trimarco, un móvil de la Gendarmería estaciona frente a su casa. Pasó más de una década con dos personas pegadas. La familia recibe periódicamente amenazas y mensajes intimidatorios.
"Es no tener privacidad, saber que siempre hay alguien supervisándote, sabiendo adónde vas, qué haces, con quién. Si para cualquier adolescente es difícil rendir cuentas? imaginate." Después de tantos años, ni siquiera piensa que sea un alivio.
Estudia Antropología en la Universidad Nacional de Córdoba, lee mucho y de todo (aunque la poesía la seduce especialmente), disfruta de la música, pero todavía más del silencio y de la soledad. Desde que "Marita" desapareció, vivió con sus abuelos; ahora le queda sólo Susana. Con su padre tiene poca relación; él no participa de la búsqueda.
El 3 de abril de 2002, "Marita" fue a una consulta médica y desapareció de la faz de la tierra. Por testimonios y por la investigación se da por hecho que la captó una red de trata y prostitución que actuaba con complicidad de la policía tucumana. Desde entonces su madre la busca incansablemente.
En 2012, un tribunal absolvió a todos los acusados; el fallo provocó un cimbronazo político. Un año después la Corte tucumana revocó la decisión y condenó a 10 de los 13 imputados. En marzo pasado otra resolución de la Corte ordenó que esos acusados deberán seguir presos hasta que haya sentencia definitiva.
A Micaela no la dejaron ir al juicio. La defensora de menores le explicó que sería muy duro. "Una injusticia más en la lista de injusticias que me pasaron. Tuve que verlo por tevé o esperar a que me contaran. No pienso, no quiero pensar qué le pasó; no quiero construirlo", dijo.
Nunca en la charla dice qué supone sobre el destino de su madre y no parece esperanzada cuando menciona que la búsqueda sigue. Para ella la justicia no es tal, no tiene "relevancia", no cree que "tenga la capacidad para decidir qué es real y qué no, quién es culpable y quién inocente". La califica de "poco humana" y duda de la capacidad "de escuchar" de los funcionarios.
Micaela percibe que siempre estuvo "metida en el medio de todo" y que, tal vez por eso, nunca nadie se sentó a explicarle: "No me preguntaron ni intentaron acomodarme, es como que había cuestiones más preocupantes. Cuando tenía 4 años andaba en un prostíbulo buscando a mi mamá; hace tres años nos mudamos 10 veces por las amenazas. No me cuesta adaptarme ni a las personas ni a los lugares; debo tener «síndrome de acomodación»", dijo.
Experimentó excavaciones, esperó resultados de análisis de restos óseos; hace tres años se hizo un ADN para, al final, descartar que un adolescente que vivía en Alta Gracia fuera su hermano. Una testigo dijo que "Marita" había sido madre en La Rioja mientras estaba secuestrada y otra, que la había visto con un bebe en brazos en 2003.
"No hay pistas certeras sobre mi vieja; no hubo nunca un acercamiento total. Hay llamados, pedidos de plata de quienes dicen saber dónde está, pero nunca ocurre nada. Trato de mantenerme como al margen porque si no te deprimís o enloqueces -sostuvo-. No me da la cabeza para escuchar a las víctimas [de trata], no puedo estar con ellas. Es como que quieras olvidarte de algo y siempre te lo traigan." Son, seguramente, relatos que le hacen imaginar lo que vivió su madre. (LN)
(¡Gx Leonor!)
Esta joven necesita vivir lo que no ha vivido hasta ahora: una vida en la que sea Micaela Catalán Verón, una mujer que se labra un futuro e inicia su vida adulta. Hasta ahora ha sido Micaela Verón, la hija de una mujer desaparecida y convertida en símbolo de la explotación y la trata de ser es humanos. Sobre todo NECESITA ELEGIR si va a continuar la causa en la que su abuela se ha enfocado o si prefiere delegar la búsqueda de su madre en otras personas. Hasta ahora no ha podido y necesita hacerlo. Tiene una mirada tan triste como la tenía hace años, cuando era una adolescente que vivía con su abuela.
ResponderEliminarLa desaparición de Marita fue tan devastadora que se llevó por delante a toda una familia y se convirtió en la obsesión y razón de ser de Susana. Nada más le importaba: ni su esposo, ni su otro hijo, ni su nieta, a la que separó de un padre, David, que no ha tenido gran presencia en la vida de su hija. Micaela no ha tenido infancia ni adolescencia, ha vivido con el fantasma de una madre ausente y ha tenido que presenciar y vivir experiencias que muchos adultos no conocen ni de lejos.
Muchas veces me he preguntado si la señora Trimarco se ha detenido a examinar si ese amor excluyente y absorbente no fue lo que pudo alejar a su hija de ella. No me refiero a la desaparición, sino a los intentos de Marita por armar su vida como joven madre y pareja de David. No era una vida idílica pero lo intentaron, según testimoniaban amigas y familiares.
A la señora Trimarco no le convencían ni las elecciones de su hija, ni su yerno, ni nada en general. Pero era la vida que Marita había elegido, tal como hizo la propia Susana cuando decidió casarse en contra de la opinión de la abuela que la había criado, porque no veía con buenos ojos a Horacio Verón. La historia se repite con una facilidad pasmosa.
Sí creo que fue una desaparición forzada y que no volverán a verla viva. Eso es algo que Micaela parece tener asumido y que la señora Trimarco se niega a aceptar, aún a riesgo de distanciarse de su adorada nieta y seguir ganándose el descrédito por su mala y opacs gestión del dinero entregado a la fundación y su más que cuestionable acercamiento a la clase política más corrupta y despreciable.
Susana Trimarco no estaba preparada para gestionar una fundación ni para dedicarse a la causa de la víctima de tratas, eso lo dice claramente en su libro Sibila Camps. Era una madre desesperada y rota, dispuesta a lo que fuera para encontrar a su amada hija. De manera inesperada se encontró connla cruel realidad de la explotación sexual y la trata de mujeres pobres e indefensas e intentó ayudar, sin perder nunca la esperanza de encontrar a Marita. Pero como no sabe ni puede dedicarse a una gestión que le viene grande. Cuando se le exige honestidad y cuentas claras se defiende como gato panza arriba. Es injustificable esa conducta cuando hay muchas personas desaparecidas y sus familias no han recibido ninguna clase de ayuda y organizaciones sin ánimo de lucro que luchan contra el tráfico de seres humanos que luchan con escasísimos recursos.
No pretendo ser juez y, como madre que soy, no me puedo imaginar lo que supone la desaparición de un hijo, vivir con esa incertidumbre. Lo que espero es no olvidar que tengo más de un hijo y que mis hijos tienen un padre que también los ama. Que aunque suene terriblemente cruel, la vida continúa para los que no han desaparecido y la ausencia del ser amado no puede ni debe hipotecar el futuro de personas tan jóvenes como Micaela.
Hola Raquel!!
EliminarPero aún hay más.
Ahora se está pidiendo que se abra una investigación en España, ya que en el 2008 Interpol encontró algunos indicios de su paso por ahí.
http://www.lanacion.com.ar/2046459-intentan-que-en-espana-se-abra-una-causa-por-el-mismo-hecho
Muchas gracias, Julia, no lo había visto.
EliminarCorría el rumor en Tucumán de que a Marita podrían haberla secuestrado por deudas de juego de su padre. No era ningún secreto que el señor tenía un problema importante. La deuda sería con los hermanos Ale, que tenía un prontuario criminal impresionante.
Leí los libros de Sibila Camps y Soledad Vallejo sobre este caso. El primero me gustó más porque analizaba muy minuciosamente la trata y cómo se logró avanzar de la alarma social a la movilización ciudadana y la preocupación por este asunto. Además, presentaba a cada persona involucrada como seres humanos, con sus luces y sombras.
Deseo de todo corazón que se esclarezca este caso y muchos otros porque es una agonía en vida no saber qué ha pasado con los seres queridos. Y que la señora Trimarco responda por los errores cometidos.
y pensar que hay gente que se atreve a dudar simplemente por el mal accionar de la abuela.
ResponderEliminarLa abuela es in ìcono del afano y del oportunismo, jamàs le creì nada!
ResponderEliminarDesde el vamos es vox populi en la provincia que Marita Verón está en España y que a la madre ha viajado a verla varias veces.
ResponderEliminarSinceramente creo que en el año 2017, cuando un video o una fotografía se hacen virales gracias a Internet y tardan menos de 24 horaa en dar la vuelta al mundo, si lo que escribes fuera cierto, a nadie le costaría probarlo. Especialmente a Christian Sanz. Más con los enemigos que se ha ganado esta mujer.
EliminarCreo que, como dice Raquel, a Marita no la volverán a ver viva. A Marita la mataron cuando se empezó a presionar y a divulgar en los medios de comunicación. Es muy fácil hacer desaparecer a las mujeres para estas redes delincuenciales.
Que los errores que ha cometido Susana Trimarco no nos lleven a ignorar esa realidad tan horrible que descubrió su desaparición. La mayoría de las víctimas son mujeres pobres, poco educadas y desvalidas que no son siquiera conscientes de sus derechos o siquiera de que son seres humanos.
Al final lo que esta mujer querría es saber qué pasó con su hija y poder darle un entierro digno, poder tener un lugar para poder llevarle flores y llorar su ausencia y cerrar el círculo.
Vuelvo a dejar este link que ya le dejé a Raquel en un comentario anterior:
Eliminarhttp://www.lanacion.com.ar/2046459-intentan-que-en-espana-se-abra-una-causa-por-el-mismo-hecho
Esta "nieta" se pasea x Tucuman en un mini cooper!
Eliminarsi fuera cierto que esta en España se creen que no la descubririan,por favor cuanta ignorancia,por odiar a la Trimarco dicen cualquier cosa,pobre marita quien sabe cual fue su destino y pobre su hija lidiarcon la abuela,con las cosas horribles ue dicen de su madre,en fin hay que pensar antes de decir mentiras
ResponderEliminarSin embargo...
Eliminarhttp://www.lanacion.com.ar/2046459-intentan-que-en-espana-se-abra-una-causa-por-el-mismo-hecho
Gracias Juli hay que desenmaskarar a este tipo de personas siniestras que se llenan los bolsillos lucrando con una supuesta desaparición de una hija no tiene PERDÓN mentir así cuando nunca asume que habla con ella por teléfono MENTIROSA
EliminarEn tribuna de periodistas ahí se encuentra la realidad de lo que pasaba Su cuñado amante con el que se fugo...en fin !Hay que enterarse de otra realidad La madre escupiendo sobre Alperovich y se vende a ese gobierno corrupto por millones Nadie la quiere en Tucuman todos saben la verdadera historia. gra
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