miércoles, 25 de enero de 2017
Solo para almas sensibles... Facundo Landívar: De tormentas y perros que no aprenden a no morirse
Era inevitable. Al primer ruido, empujaba la puerta con las manos y entraba, casi como pidiendo perdón. Y se escondía debajo de la mesa, o se acurrucaba a mis pies, mirando con esa mirada perdida de quien ya nada ve, pero vio todo.
Dicen que en noches así, de tormenta, cuando se abre el cielo y se desploma, también se ve con más claridad todo lo que nos falta, todo a lo que nos abrazaríamos, todo a lo que extrañamos. Y en noches así, de tormenta, con un nudo en la garganta bajo las manos para acariciarlo y tranquilizarlo y es cuando tomo conciencia plena y palpable de que ya no está, de que se fue, de que no hay vuelta atrás, de que Scott partió hace unos meses y que acá nos quedamos un poco más solos que antes.
Acá en la Costa llueve, diluvia, y después de compartir por Twitter ese dibujo de un chico y su perro, pidiéndole que haga cosas, que ladre, que se siente y finalmente pedirle que no se muera, me quedé esperando por la ventana verlo pasar en alguna ráfaga que venía del mar. Pero no. En noches así, de tormenta, tampoco pasan los milagros.
Alguna vez escribí, en una larga despedida, que pobres aquellos que creen que un perro es sólo un perro, como alguna vez alguien me dijo. Y un perro es tormenta, y es lluvia, y es extrañarlo como un hijo de puta. Un perro es el de mi amiga Sandra, que acaba de cambiar el espantoso calor del centro de Buenos Aires por los 20 bajo cero de Helsinki, y ella lo cuida con tanto amor que desde acá se siente su desolación por el frío que tiene. Un perro es el de mi amigo Juan, que se le fue hace dos años pero al que todavía escucha en cada tarde de lluvia cuando el agua golpea las botellas de plástico que se dejó escondidas entre las plantas. Un perro es el de María, la mujer de mi amigo Matías, que sufre y pelea por cada día por sacarla a flote. Un perro es el de mi amiga Martuch, que siente que se le viene abajo, y ella con él.
No sé si es casualidad o no, pero casi todos mis amigos tienen perros, o mascotas. Mis amigos de toda la vida, mis amigos de las redes, mis amigos de hoy y seguro los de mañana, tienen perros o mascotas. Y todos, de una manera u otra, sabemos el secreto de estas espantosas noches de tormenta y de ausencias.
Llueve, y truena, y el mar se escucha desde la ventana. Y odio a la puta muerte que no perdona nada, y hasta un poco lo puteo a él, que aprendió todo, menos a no morirse. (@flandivar)
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Qué bueno esto Julia! Los que hemos perdido a un ser tan querido como es un perro, lo entendemos muy bien. Dejan de ser una mascota para ser parte de la familia y nos cuesta muchas lágrimas acostumbrarnos a que ya no estan
ResponderEliminarAhhhh, si que dolor cuando se nos va una querida mascota.
ResponderEliminarEn mi caso mi querido gato que tuve la suerte de tenerlo 17 años, ya va a ser casi 4 años que se fue, y todavia lo lloro, como lo extraño!!!.
Yo perdí a mi perrita Frida hace dos años y la extraño cada día, cuando salgo me cruzó con los perritos de siempre y se me anuda el estómago y lo que más me entristece es cuando ya un su ultimo minuto giró su cabecita y abrió sus ojitos y me miró despidiéndose, cuando lo recuerdo como ahora me invaden las lágrimas.ESE AMOR ES INCONDICIONAL, ES AMOR DEL BUENO, Amen y protejan a sus animalitos y ellos se los compensaran con lo único que saben dar AMOR
ResponderEliminarJulia:..De adulto nunca quise tener un perro, porque de chico aprendí que nunca, Nunca, NUNCA....iba a poder darle a uno lo que ellos nos dan, Jamas. Tengo un profundo respeto por los animales, y, soy incapaz hasta de permitir que un caballo me lleve a pasear, para eso voy caminando. Lo que expresa Facundo es, ni mas ni menos... que aquello de.-: Mas conozco a (algunos) la gentes, mas quiero a mi perro.........
ResponderEliminarTal cual Serguey...
EliminarGracias Juli
ResponderEliminarEs un dolor inmenso, como se extraña, sólo los que gustan de los animales lo pueden entender. Son amor incondicional, fortaleza, alegría, curiosidad, nobleza, valentía.
ResponderEliminar«Aquí reposan los restos de una criatura que fue bella sin vanidad, fuerte sin insolencia, valiente sin ferocidad y tuvo todas las virtudes del hombre
y ninguno de sus defectos. Este elogio sería insignificante sobre cenizas humanas».
Lord Byron a su perro
@flandivar Scott esta en el Puente Arcoiris. Jamás dudes de eso. JAMÁS.
ResponderEliminarLau
Mi perro se murió hace 6 años, todavia lo extraño todos los días, todavia lo lloro, ahora mismo lo vuelvo a llorar. Cada novio que tuve en estos 6 años supo de el, ahora que me mude a la ciudad y cambie mi vida para mejor y tengo pareja lo extraño mas porque pienso en todas las cosas que podríamos disfrutar juntos. Nunca nunca lo voy a olvidar.
ResponderEliminarToda mi vida he pensado que las religiones lo llaman Alma, los científicos le llaman Conciencia, no lo sé, a mi parecer tienen el Alma de una personita, no hay nada más noble en la vida que un "animalito" entregue hasta su último aiiento para cuidar a su amo, sean de raza o callejeros no importa, siempre están allí "incondicionales" para con nosotros.
ResponderEliminarCopete (callejero juguetón y cuidador) y Pilarica (caniche) atenta a todo, jugando con su picachú de un lado a otro, como se extrañan, 11 años maravillosos y tantos lindos y buenos momentos.
murio la actriz mary tyler moore
ResponderEliminarpaula
Los perros tienen un solo defecto, confian en los humanos.
ResponderEliminarUn dicho de los indios de norte america...
Dios creo la tierra, el cielo, el agua,
y la luna y el sol.
Crteo al hombre, al pajaro y a las bestias.
Pero no creo al perro.
Ya tenia uno a su lado desde siempre.
Julia, que hermosa nota...por supuesto escribo ésto moqueando.
ResponderEliminarAnteayer, 23 cumplí un año de "convivencia" con Tadeo. Lo adopté en Zoonosis a los 15 días de haber enterrado a Toto, que también había adoptado y a quien siempre recuerdo.
Tadeo es viejito, un tanto maltrecho, hasta le falta el pié de una pata trasera y espero que lo que transitemos juntos sea lo mejor.
Muchas personas , ante la muerte de su perro o perra, dicen que sufrieron tanto cuando murió que nunca más tendrían uno. Mi invariable respuesta es que con ese criterio te vas a privar de querer, porque morimos todos.
Soy sola, porque las personas amadas no se pueden reemplazar, pero siempre tengo mascota.
Después de los primeros días, cuando al volver a casa te mueve la cola y reclama por su comida, la anterior angustia comienza ...no digo a disiparse, pero hay una especie de unión entre aquella partida y ésta llegada.
Soy perrera de alma.
(Facundo, adoptá un perro).
Hermosa medida, Mané.
EliminarY nadie ocupa el lugar de otro, solo abrimos de nuevo el corazón.
Beso.
La última frase sonó horrible. Sólo quise decir a Facundo que se premie teniendo otro. Y después hablamos.
ResponderEliminarUn nudo en la garganta... ya enterré un par..
ResponderEliminarel vacio que dejan no se puede describir...
no puedo seguir escribiendo :/
Hola Julia! soy Ana, asidua lectora de tu blog y eterna agradecida por cuando hace ya un año y 7 meses, me brindaste un espacio para publicar esas palabras que nacen del dolor y que salen de la necesidad de decirlas cuando el corazón queda en carne viva. Como a todos, al menos los que entienden y llevan en su esencia la capacidad de amar a un animal, es inevitable llorar al leer, no importa el tiempo que pase, ellos siempre están presentes entre lágrimas y sonrisas, pero están! Un fuerte abrazo a la persona que escribió y sintió tan bello por su familia de cuatro patas. Un beso, Julia. Gracias!
ResponderEliminarHola Ana! Es muy lindo tener noticias tuyas.
EliminarCoincido con vos en el sentimiento de tu comentario.
Beso grandote!
♥ ♥
Desde que se fue mi niña, hace tres años, no he vuelto a tener otro perro (tal vez más adelante vuelva a adoptar uno) pero me pasa que el dolor que sentí y el vacío que dejó fue demasiado grande. Leyendo su historia.. se me vinieron una cataratas de recuerdo de Maia y se me llenaron de lágrimas los ojos. Me alegra en algún punto saber que existen tantas personas como yo que sienten a los animales parte de su familia. Julia gracias por compartir esta historia! y a Facuno le digo.. "todos los perros van al cielo" que no te quepan dudas!.
ResponderEliminarMe emocione gracias Julia por subirlo me llego al alma yo amo a mi gorda y no se que haría sin ella es tan especial para mí gracias gracias gracias x subir estas palabras me llegaron. Yowie
ResponderEliminarJuli,no pude terminar de leerlo porque me puse a llorar. Mi mamá falleció el 3 de enero y el lunes se fue su perrita de 15 años, creo que se extrañaban mutuamente y se buscaron. Ambas tenian problemas cardiacos y padecian iguales sintomas, cuando no podian respirar...ventilador para cada una de ellas. Pienso que mi mamá la habra llamado para que ya no sufra mas. Al menos ya no sufren, al menos ya estan juntas.
ResponderEliminarMelina.-
Un fuerte y contenedor abrazo, Melina y un beso grande!
EliminarSiento mucho lo que estás pasando.
♥ ♥ ♥ ♥ ♥
23,33 melina , que triste todo ¡¡ yo tuve perra hace muchos años y tambien la llore un monton cuando se fue , solo el que ama a los perros puede entender el vacio que dejan , y ni que hablar de la partida de alguno de los padres , hace 3 años murio mama , ya grande , y siempre la extraño¡los dos nos brindan el unico amor incondicional que existe , Lindismo lo que escribio facundo y coincido con Mane Lacroix , si se puede , que tenga otro , los perros son lo mas
ResponderEliminarHermoso el relato se nota q fue escrito con el corazón de alguien que ama a los perros. Yo tengo 2 y he tenido a lo largo de mi vida otras mascotas y a veces las recuerdo y me pongo a llorar, así como ahora q no puedo parar.
ResponderEliminarEl amor que se tiene por una mascota que se fue, ese amor que rebalsa el corazón, debe volcarse sobre una nueva mascotita. En mi caso, la muerte de mi gata hermosa y anaranjada (que creció conmigo desde que pasé a segundo grado de primaria y que murió un año después que me casé) me dejó como quien escribió ese texto: con bronca y mucho dolor. Le escribí una carta de despedida y se la mandé a todos mis conocidos por mail. La bronca me hizo decir que nunca más tendría otro gato, por honrar su memoria, porque nada podía ocupar su lugar. Pero resulta que un año después decidí adoptar a una gatita negra de patitas blancas y ojitos lima-limón (verde-amarillo) que tanto a mí como a mi marido nos enamoró. Ya hace ocho años que nos acompaña y es maravillosa, un angelito! Comprendí que el amor que tenía por mi colorada podía volcarlo en esta gata morocha hermosa que tengo hoy y que amo con locura. Está bien hacer el duelo, pero no hay que cerrarse a volver a tener otra mascota.
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