Fernando Pocino no es un hombre más. Exdirector de Reunión Interior de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), supo liderar junto al exjefe del Ejército, César Milani el aparato de inteligencia ilegal que sirvió al kirchnerismo para nutrirse de información sensible y amedrentar a opositores. Y también, ser el contrapeso de Antonio “Jaime” Stiuso, en la disuelta Secretaría de Inteligencia (SI), cuando este ocupaba la Dirección General de Operaciones.
Su nombre es conocido en el mundo del espionaje desde hace ya más de 30 años. Militante de la vieja Coordinadora radical, desembarcó en “La Casa” gracias al exministro de Raúl Alfonsín, Enrique “Coti” Nosiglia. Y desde entonces fue reciclándose hasta los últimos días del gobierno de Cristina Fernández, cuando Oscar Parrilli –el último Señor 5 del kirchnerismo– decidió echarlo por desleal.
En aquel entonces, Parrilli descubrió que Pocino planeaba quedarse en la AFI más allá del 10 de diciembre de 2015, con el auxilio de Nosiglia, quien pese a no tener cargo en la gestión de Mauricio Macri es muy escuchado por el Presidente, y otro de sus viejos amigos: Guillermo Montenegro. Por esos días, el exministro de Seguridad porteño sonaba como futuro director del organismo; finalmente terminó como embajador en el Uruguay.
De todas formas, continuar con el gobierno de Cambiemos no le habría resultado sencillo. Es que una de sus fundadoras, Elisa Carrió, lo tiene entre ceja y ceja. Una sencilla prueba de ello es que cada vez que el tema de los servicios de inteligencia irrumpe en la agenda pública, la diputada nacional y jefa de la Coalición Cívica no duda en invocarlo e involucrarlo en casos de grueso calibre, como la muerte del fiscal Alberto Nisman.
Pese a todos estos antecedentes, “Melena” –como se lo conoce en el mundo del espionaje vernáculo– logró mantenerse en un relativo anonimato. Sobre todo por el poder que acumuló en la ex SIDE tras la salida de Stiuso. No es casual que de él apenas se conozcan unas fotos en la playa, difundidas por el diario Perfil veranos atrás, cuando su condición de agente de inteligencia obligaba al medio a mantener bajo reserva su rostro.
Sin embargo, su expulsión de la ex SIDE lo hizo sentir vulnerable. Por lo que, a diferencia de Stiuso, su viejo enemigo, se dedicó a cultivar un extremo perfil bajo y a consolidar su sociedad con Milani, con quien montó la consultora MG Compliance. Además, hay quienes afirman que volvió a acercarse a Cristina con el estallido de la investigación “ruta del dinero K”, poniendo a sus hombres al frente de operaciones para empantanar la causa.
Lo último que se supo de él es que, en septiembre, habría sufrido un problema de salud que lo dejó fuera de toda actividad. En exclusiva, Adelanto 24 presenta el rostro del último todopoderoso que tuvo la ex SIDE.
cuanto habra afanado este...???Porque no hay una Kuka enquistado en el poder que no lo halla hecho.
ResponderEliminarGracias! está excelente que conozcamos a uno de los soretes mas pútridos que parió el kirchnerismo, este espía lleno de maldad y asesino de Nisman.
ResponderEliminarRealmente, se puede confiar en esta gente ???? No es mejor y más sano jubilarlos, darles las gracias "por los servicios prestados " y que se vayan a algún lugar lejano por el resto de Their Lives .-
ResponderEliminarEsta rata deberìa contar todo lo que sabe en un estadio, "AN EVENING WITH POCINO".
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