“Comprobé en París la tesis relativa a la legitimidad económica de la xenofobia cultural. Impecablemente vestido, ingresé a un local de venta de camisas de la rue de Rivoli. Lo regenteaba una dama “lepenista” calificada de fanática antiárabe. Mientras miraba, con cierto desdén, su mercadería, me preguntó de qué país procedía. “Arabia Saudita, madame”, le mentí. Más interesada, madame preguntó cuál era mi actividad. “El petróleo, por supuesto”. De inmediato, madame empezó a recomendarme a su hija. Tenía excelente formación. Quería enviarme el CV”. Jorge Asís, texto inédito.
Ha tenido épocas que me gustaba y otras que no. Pero el pelo de Jorge Asís es inconfundible.
ResponderEliminarPor un momento pense que era Berugo.
ResponderEliminarGabriela
Sabés que yo también?.
Eliminaryo siempre me lo encuentro en un café de Florida, es un seductor nato, me encanta el turco.
ResponderEliminarInteligentisimo!!! ironico, caballeroso, tiene una pinta increible personalmente, como dicen arriba, un seductor.
ResponderEliminarseductor seductor seductorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
ResponderEliminarUy, pobre Asís. Salió como un schnauzer mojado.
ResponderEliminar“Comprobé en París la tesis relativa a la legitimidad económica de la xenofobia cultural. Impecablemente vestido, ingresé a un local de venta de camisas de la rue de Rivoli. Lo regenteaba una dama “lepenista” calificada de fanática antiárabe. Mientras miraba, con cierto desdén, su mercadería, me preguntó de qué país procedía. “Arabia Saudita, madame”, le mentí. Más interesada, madame preguntó cuál era mi actividad. “El petróleo, por supuesto”. De inmediato, madame empezó a recomendarme a su hija. Tenía excelente formación. Quería enviarme el CV”.
ResponderEliminarJorge Asís, texto inédito.
jajajajaja! coincido con el anon 11:24
ResponderEliminarLES RECOMIENDO "La elegida y el elegidor", un libro del turco fabuloso.
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