¿LEGAL O LÓGICO?

Poniendo cada cosa en su lugar

Un joven estudiante de Derecho, habiendo sido aplazado en el examen final, interpela a su severo catedrático - célebre por su aguda mente jurídica - y le pregunta: -  Profesor, ¿entiende Ud. realmente todo lo referente a su asignatura? -  Creo que sí: de otro modo no sería catedrático, ¿no le parece? -  Muy bien.  Entonces me gustaría formularle una pregunta. Si puede darme la respuesta correcta, aceptaré gustosamente su aplazo. De lo contrario, tendrá que ponerme un diez. - ¿Cuál es su pregunta?   -  Muy sencillo: ¿Qué es LEGAL pero no LÓGICO, LÓGICO pero no LEGAL y ni LÓGICO ni LEGAL?   Por mucho que el profesor se estruja su célebre mente jurídica, no consigue dar con la respuesta acertada. Así que se da por vencido y cambia el aplazo por un diez. Durante el resto del día, el profesor sigue devanándose los sesos con la maldita pregunta. Al día siguiente convoca a los estudiantes más brillantes de su clase y les anuncia que tiene una pregunta muy difícil: - ¿Qué es LEGAL pero no LÓGICO, LÓGICO pero no LEGAL y ni LÓGICO ni LEGAL?  Para su sorpresa y vergüenza, todos los estudiantes alzan la mano. -  Está bien - dice el profesor pidiendo la respuesta.   -  ¡Es muy fácil, profesor! Verá: Ud. tiene 60 años y está casado con una mujer de 25, lo cual es LEGAL, pero no LÓGICO. Su mujer tiene un amante de 22 años, lo cual es LÓGICO, pero no LEGAL. Y el amante de su mujer tuvo un aplazo en el examen y Ud. le acaba de poner un diez, lo cual no es ni LÓGICO ni LEGAL.