La lógica pro o anti kirchnerismo lo fagocita todo. No importa si se trata de la poda de árboles en la 9 de Julio porteña, de una tragedia ferroviaria en la estación de Once o de un accidente de tránsito en la Panamericana.
El sentido común parece perdido. La realidad se ve permanentemente eclipsada por el discurso de quienes intentan imponer “su” verdad. Los prejuicios están por encima de los hechos.
No hay términos medios. En un país convertido en campo de enfrentamientos permanentes, sólo se conciben dos bandos enfrentados. Y entre ellos, la nada.
Al que pretenda abstraerse de la pelea, sólo le queda la imaginaria frontera entre los unos y los otros. Entonces, sufrirá inevitablemente las consecuencias de la lucha, pues el efecto de las esquirlas son irremediables en cualquier línea de fuego.
Para los seguidores del kirchnerismo, Pablo García, el hijo del periodista y locutor Eduardo Aliverti, es una suerte de alma misericordiosa que tuvo la desdicha de embestir a Reinaldo Rodas en la Panamericana, cuando éste se dirigía a trabajar conduciendo su bicicleta.
Según ellos, ante lo sucedido, García subió como pudo a Rodas a su automóvil y condujo 17 kilómetros en busca de un hospital donde pudieran ayudarlo. En el camino, se encontró con la empleada de una estación de peaje, incapaz de comprender la situación.
Para los críticos del gobierno, en cambio, García es una especie de personificación del mal y la prueba palpable de las miserias intelectuales de su padre Eduardo, quien a capa y espada defiende la gestión cristinista frente a quien se atreva a encontrar algún resquicio de error en la presidente.
Sin embargo, lo único real ante semejante maraña de intereses e irracionalidad, es que un joven de apellido García conducía alcoholizado por la Panamericana, que chocó a un señor de apellido Rodas, que condujo 17 kilómetros con la víctima en su automóvil, hasta que llegó a una estación de peaje, y que los hechos tomaron estado público tres días después. Todo lo demás, por ahora, son dichos, especulaciones, relatos.
En definitiva, lo que sucedió fue un accidente de tránsito. Sí, ¡un accidente! Fue eso. Un hecho trágico y con características muy particulares, que deberá ser investigado por la Justicia para que se determine el grado de responsabilidad y la pena que le pudiera corresponder al hijo de Aliverti.
Y como en todo accidente fatal, hubo víctima, victimario, circunstancias agravantes o atenuantes, testigos, familiares, vidas truncas y vidas marcadas.
Porque los accidentes existen. Como existen los errores, los aciertos, los imprevistos, los irresponsables, los pro, los contras, los términos medios, los blancos, los negros, los grises, las certezas, el azar.
Puede parecer obvio, pero ante tanta insensatez habrá que recordar que Aliverti, Cristina, Clarín, la Opo, Él, Ella, los fondos buitres, la ingrata clase media, los árboles de la 9 de Julio o la tragedia de Once; la inseguridad, las parlamentarias, el gobierno iraní o la comunidad judía, nada tienen que ver con este asunto.
Mal que les pese a quienes intentan simplificarlo todo, así es la realidad. Como la vida misma.
Aunque desde el relato, intenten convencernos de otra cosa.
Fuente: El Litoral
(¡Gracias Dani!)
Cualquiera puede tener un accidente de tránsito con consecuencias trágicas, nadie está exento de ello, pero esto no es un hecho común por las circunstancias que rodearon el caso. Con agravantes como el conductor alcoholizado, tres veces más de lo permitido, el cuerpo de la víctima incrustado en el parabrisas y en posición de acompañante, y el victimario conduciendo a 130 kms. durante 17 kms. sin buscar ayuda para la víctima , teniendo posibilidades de concurrir a algún hospital o clínica privada, cercanos al lugar del accidente. Luego información retaceada a la opinión pública y fliares, el conductor hijo de un famoso periodista oficialista, que queda demorado solo dos horas y recupera su libertad y los vicios en las primeras investigaciones de la policía, que según el abogado de la víctima lleva a la Fiscal actuante a removerlos de sus puestos por la mala praxis.
ResponderEliminarEsto no una conclusión apresurada, antojadiza, caprichosa o prejuiciosa, esto es sentido común aplicado a lo que pasó...Entonces, acá lo que se ne cesita es justicia, y que no sea un caso más de impunidad a los que estamos acostumbrados en la Argentina de hoy.
pertenecer al gobierno tiene sus privilegios
ResponderEliminarLo mas sensato que lei sobre el tema. Aunque no hace falta mucho para ser mas sensato de las porquerias que se han publicado.
ResponderEliminarQue paso con el jueguito de "¿Que hubiese pasado si esto le pasaba a un familiar de Lanata"??? Algo inteligente y que aporta mucho, sin dudas...
no cabe la palabra accidente en algo q ocasiona un tipo alcoholizado y vaya a saber q mas.
ResponderEliminarCoincido con el artículo en los hechos que cita, son así, y la lógica binaria de lo K y lo anti, no cambia lo aberrante ni lo irreversible de la situación.
ResponderEliminarNo coincido con la apreciación, casi sonando a disculpa que esto fue un "accidente", si se puede evitar no es un accidente (creo que lo dice una campaña de accidentes de tránsito), si el pibe no manejaba alcoholizado muy probablemente no estaríamos hablando del hecho ahora, ya que no era el primer día que Rodas iba a trabajar en su bicicleta... pero fue el primero en que su camino se cruzó con este borracho.
El resto, relacionado a su padre y sus contactos, es verdad que son especulaciones, basadas en lo que ya hemos visto hasta el cansancio, creo que "el somos pocos y nos conocemos mucho" aplica, pero, aunque INOCENTE, vale la intención del autor, en ponernos a pensar dejando fanatismos de lado.
coincido con Dani
ResponderEliminarNo lo creo. Me encantaría, pero a esta altura ya no puedo.
ResponderEliminarPara mí una o dos casualidades se pueden admitir, pero 5, 6 o más (cámaras que no funcionan, policias que no aparecen, 3 días sin trascender, cambio de testimonios, cambio de la posición del cadáver, ausencia de muestra de sangre...)
Si uno cree que esto es normal, cree cualquier cosa. Y vota cualquier cosa
Coincido con lo que dice pero ....que hubiese pasado si el alcoholisado era el hijo de Lanata? Que hubiera dicho el gobierno? Lo hubiera tapado x 3 dias?
ResponderEliminarLa inocencia de los que creen que esto se manejó como cualquier accidente de tránsito.
ResponderEliminarEl conductor estaba alcoholizado pero que hacía un señor en bicicleta por la Panamericana? Eso tambien està prohibido. Una bicicleta hecha mierda sin siquiera un ojo de gato. Y el ciclista, llevaba casco? Y si Garcìa por querer esquivar al ciclista chocaba contra otro auto? Quien ten'ia la culpa? Acá las responsabilidades se reparten y en este caso el que salió perdiendo fue el ciclista pero cuando se cometen errores las variables son muchas. Lo mismo pasa con los peatones que cruzan mal, la culpa siempre la va a tener el que va en el auto porque tiene una maquina poderosa. Hay que hacerse cargo muchachos de la parte que nos toca a cada uno y ahí encontraremos la justicia.
ResponderEliminar¿Se puede llamar 'accidente' si el que conducía lo hacía con 3 veces más alcohol que el permitido?
ResponderEliminarArturo
Para mi es un hdp borracho que asesino a un inocente, llevandolo 17 km, ocultando pruebas, sin test alcoholico q el papito llamo a a cana para q no pase nada..
ResponderEliminarY se agrava pq el padre cada dia de cada hora se dedca a insultar y dar lecciones de mora al q piensa, solo piensa, dif a este goberno de mierda.
Para dar lecciones de moral, al paracer no lo aplico en su fla NUNCA.
10.29: si una persona sobria yendo por una calle a una velocidad normal ve que hay un peatón cruzando mal la calle (o sea, cometiendo una infracción) ¿le va a tirar el auto encima o lo va a chocar porque total el infractor es el peatón? Y no se trata ni del seguro ni de quien cometa la infracción ni de que el auto es un arma letal sino de sentido comun y consideración hacia la vida del otro. Si respetás la vida de ese peatón, por sentido comun no vas a atropellarlo por más que la ley marque que el infractor sea él y no vos.
ResponderEliminarSi hubiera habido un auto por esquivar en Panemericana ¿no hubiera aparecido ya, sobre todo en alguna de las 14 camaras que aparentemente sufrieron el mismo desperfecto al mismo tiempo? Además, para hacer semejante maniobra (esquivar otro auto) a ese velocidad hubiera perdido el control del auto y eso no pasó.
En cuanto al post, no creo que sea una mirada ni tibia ni inocente, sino una forma más sútil de decir que si o si tenés que tomar una posición. Si reconozco que quien lo escribió no induce ni inclina la balanza hacia ninguno de "los bandos"
ResponderEliminarMe impresionó mucho el parrafo que dice sobre los efectos de las esquirlas para quienes no estan ni de un lado ni del otro como si se tratara de una guerra. El escrito intenta dar un grado de objetividad que es loable pero no me convence
Y eso del accidente, perdón pero se apellide como se apellide y sea hijo o familiar de quien sea, si vas a manejar borracho las posibilidades de un "accidente" multiplican. Quien maneja borracho ayuda a que pasen los "accidentes". No fue una falla mecanica del auto