Entendiendo al “justificador serial K”

En general no me gusta la política, es más, me cansa, hastía, asquea. No puedo entender como hay personas que les gusta el “rosqueo político”, los cargos sin hacer nada o perder tu laburo porque el nuevo jefe de la secretaría X donde estás viene de otra fuerza o agrupación política que la tuya. De este gobierno me tienen las pelotas por el piso demasiadas cosas. Hay otras en las que estoy totalmente a favor. Pero eso no viene al caso en este post porque trata sobre entender el cerebro de un acérrimo seguidor K.

El siguiente caso es real. La persona descripta no es ficticia sino que es alguien con el que realicé viajes alrededor del mundo, compartimos muchísimos gustos (física, literatura, montaña, geología, filosofía) pero nos distancia la política; él es K y yo no. Él justifica todo y yo no. Para él todo está perfecto y es inmaculado y para mí no. Él cree que el proyecto es realmente Nacional y Popular, y yo no. Y eso nos lleva a vivir discutiendo sobre política.

Pero mi duda siempre fue cómo funcionaba su cabeza; qué lo llevaba a justificar cosas que para mí eran totalmente condenables, hasta que un día, y gracias a una noticia periodística, lo pude entender. Todo empezó con el aumento patrimonial del 100% de un funcionario muy querido por todos, link que le mando a mi amigo y vecino de oficina.

¿Cómo retrucaría? Empezando a conocer el pensamiento K, yo sabía que atacaría con la falacia de asociación. “Mirá de donde leés la noticia, del monopolio!”. “Una vez más aplicando el argumento ad hominem” me dije para mis adentros ¿Y de dónde quiere que lo lea? ¿De Tiempo Argentino o Página? Diarios que llevan más de un año sin una mala noticia? “Sí, pero la información es de una declaración jurada y pública de un empleado público” le respondo. Silencio de radio por un rato. Preparaba su estrategia(?): “Por lo menos lo declara” y “no hay denuncias en su contra” fueron sus argumentos elegidos. A ver flaco, no me importa un pedo que tenga o no denuncia hecha, cualquier funcionario que aumente un 100% su patrimonio en un año me es extremadamente sospechoso, es más, para mí es chorro. Yo en el fondo quería que él dijera que era sospechoso ese aumento patrimonial, que estaba mal robar el dinero público pero creo que conté al principio que para el cerebro K todo está perfecto, no hay funcionarios corruptos y no hay cosas que se hagan mal. En el peor de los casos, “es una estafa entre privados” (Ironic Mode: ON).

Lo que más me sorprende de todo es la capacidad de generar excusas. Al tipo un día se lo van a estar cogiendo y va a negarlo aduciendo que le están haciendo un raspado intestinal con un miembro del cuerpo; nunca va a decir “me están cogiendo”. Es parte del funcionamiento del cerebro K. El colmo del asunto fue ayer cuando salió a la luz que el ex-baterista de Callejeros, Eduardo Vázquez, recientemente condenado a 18 años a prisión por el asesinato de su esposa, realizaba salidas transitorias para asistir a “eventos culturales”. Lo graciosos es que primero se negó el hecho porque venía de “la Corpo”, luego salió Anibal Fernandez a justificar el hecho (y por ende confirmar la investigación) y horas después hizo lo mismo Cristina. Para que se entienda, está perfecto la reinserción social de los presos y por ello llevarlos a eventos culturales; que los lleven a actos políticos me da un poquito por los huevos, pero que lleven a un hijo de puta que prendió fuego a su esposa que acaba de ser condenado a 18 (dieciocho) años de prisión y que 10 días después de su veredicto lo estén sacando con fines políticos me parece de hijos de puta, de forros, de garcas, de mala leche, de mal paridos y de un montón de insultos más. Y los que justifican ese acto me parecen más.

¿Por dónde puede salir la contestación de alguien que, o le falla la capacidad mental o es un cínico? Por acá:

“es muy buena la lógica elitista del multimedios, cierra con los mayores temores y prejuicios de la clase bien argentina, a saber: para apoyar a la CFK se necesitan delincuentes, sólo ellos pueden hacer militancia o pertenecer a la Kampora…”. 

A ver, no es que está mal sacarlo a pasear a ese hdp, sino que es un problema del clasemedismo argentino y su lógica elitista ¿Se entiende cómo intentan desviar la atención del foco? ¿Se entiende el raye? Se entiende la ceguera, ¿no? Como siempre, la culpa es del que tiene un poquito más. La culpa es tuya, mía, de aquel otro que vive en Belgrano y de vos también que vivís en Almagro. No es del tipo que prendió fuego viva a una mina al estilo bonzo. Para coronar la macabra historia el ministro de justicia le tuvo que dar explicaciones a los padres de la chica muerta y quererles hacer creer que “todo se produjo dentro del marco de la ley” olvidándose de la ley 24.660 (artículo 17). O sea, justificar lo injustificable.

Es así, como en dos historias contundentes, donde sólo cabe pensar que uno es un chorro y los otros unos malnacidos por sacar a pasear a Vázquez, mi querido compañero (y uno de los tantos “justificadores seriales K”) lo ve como un tipo que por lo menos declaró lo robado y que lo de Vázquez es culpa mía por vivir en Palermo. Así de simple y sencillo.
Con todo este cuadro de situación, pude entender cómo trabaja el “justificador serial K”:

• Niega la noticia aduciendo que sale de un medio opositor (“Clarinete”, “La Corpo”, “Multimedios”, “la opo”, etc.)
• Si un funcionario sale a justificar (y por ende, dar por valedera la noticia), entonces se encuadran en esa tesitura. Esperan días hasta que posiblemente aparezcan los medios oficiales sazonando la versión oficial. Por ende, no posee capacidad de opinión sino que necesita “órdenes” a través de los pasquines oficialistas.
• Te acusan de influenciable, de ser clasemedista, oligarca, gorila, golpista, derechoso, pro, etc, y se pasan por los huevos el tema principal de la discusión.
• En caso de un nuevo escándalo de corrupción, repiten los primeros tres puntos.

Hasta aquí es sólo una breve descripción de dos temas de esta semana pero esto se repite en casos tan groseros como el de Schoklender/Bonafini y el del vicepresidente Bodou. Siempre se alza la mano y se acusa conque es una operación de prensa de la “corpo” pero la gente no es tan boluda. Ellos podrán tener todo el poder del mundo pero quedan manchados ¿Si no cómo me explican que por una simple operación de prensa volaron al fiscal de la causa, juez de la causa y procurador? Obvio que para eso también tienen excusas lo que los convierte lentamente en los nuevos menemistas.

Si, son los neomenemistas del siglo XXI; tipos que pierden la lógica, el norte, la coherencia, la cordura y que te corren por su falsa izquierda cuando le intentás hacer ver los gravísimos problemas de corrupción que tiene este gobierno (debido a los funcionarios que lo componen) y que a mí me hacen acordar muchísimo a los noventa.


Fuente: Animal de Ruta