¿En tal sentido se argumentará el tratado de1841 con España, etc,etc.?
Parte de la parafernalia histórica y jurídica ha sido pasada a un libro que se presentará el 23 de julio, y para ir calentando el invierno, Ackerman llega a tiempo.
Y ahora, ¿qué hará Doña Kris?
Nuevo libro afirma que Islas Malvinas son uruguayas
Espectador.com dialogó con el arquitecto Juan Ackermann, uno de los autores (junto con Alfredo María Villegas) del libro de reciente edición "Las Malvinas ¿son uruguayas?", el cual será presentado el próximo 23 de julio a las 19.30 horas en el Teatro de Agadu, Canelones y Paraguay. El autor adelantó que la propuesta literaria pretende ser "un esclarecedor de las cosas que están escondidas o mal interpretadas".
Los autores se basaron “en las órdenes reales y decretos de la época y en el convenio que España hizo en 1841 con lo que hoy es Uruguay donde le cedió la disposición de todo el territorio que tenía”.
Además
“nos basamos en las tres cosas que decretó el rey de la época en 1770
que fueron el Virreinato del Río de la Plata, el Apostadero Naval de
Montevideo y la Compañía real marítima”. A esto se suma que en 1841
“aparece un tratado con España que a eso no se le ha dado mucha difusión”,
relató Ackermann.
El autor entiende como elemento curioso que cuando se creó “el famoso Virreinato del Río de la Plata, que los argentinos dicen ser los herederos, el territorio era una faja de pocos kilómetros donde está Buenos Aires y llegaba apenas al Río de la Plata. Para abajo nada, eso era territorio deshabitado, así se entendía en aquellos años”.
En tal sentido “esa faja de costa es la que el rey decretó que debe estar bajo la supervisión del Apostadero Naval de Montevideo de lo que se deduce que el Océano Atlántico, sus islas y la costa patagónica hasta Tierra del Fuego, etc, estaba bajo la jurisdicción uruguaya, el Apostadero Naval de Montevideo donde había potestades administrativas religiosas, defensivas, o sea, eran el Gobierno”.
Por su parte la Compañía Naval Marítima “se había fundado para pescar en el sur ballenas, focas y lobos marinos y se fundó en la Isla de Gorriti por razones climáticas más que nada, hasta hoy hay ruinas que prueban esto”.
La idea de hacer este libro entre ambos autores surgió, “de mi parte, del gusto por hurgar en los documentos antiguos. Este libro es una asociación yo soy el historiador y Alfredo se ha especializado en los habitantes primitivos de América. Empezamos a estudiar y vimos que todo estaba mal”, dijo Ackermann, “a mí no me interesan las posibilidades políticas de todo esto, hacemos un ordenamiento histórico con el objetivo de demostrar que todos los conceptos manejados están mal”.
Interrogado sobre las posibilidades que se abren a futuro con este estudio convertido en libro, Ackermann manifestó que “todas fueron analizadas”. “Cuando las Islas Malvinas quedaron bajo la supervisión de Montevideo hasta 1811, la Argentina las invade hasta 1820. En aquellos años nos teníamos que sacar a los porteños de la Banda Oriental, a los portugueses y a los brasileros, no podíamos reclamar nada, no estábamos en condiciones, las cosas fueron pasando, no se pretende hacer una gesta, solo esclarecer las cosas”.
“Muchos historiadores no le han hincado el diente a este tema pero están convencidos de esta línea de razonamiento. Al final del libro hacemos un cuadro de posibilidades y decimos qué puede pasar si reivindicamos a las Malvinas. Podemos quererlas o no. Si las queremos podemos hacer un Gobierno mixto con las islas, dejar una instalación inglesa, cederle una porción a Argentina y que los países del Mercosur las administren, en fin hay varios caminos”, analizó el autor.
Al cierre de sus declaraciones a Espectador.com el arquitecto Ackermann dejó una reflexión de cara al futuro: “Argentina es otro ejemplo, ha tomado como causa nacional a las Malvinas con una dictadura que se caía a pedazos, y en la actualidad vuelve a apelar al tema, con un Gobierno que atraviesa una crisis total, poniéndole a ese pueblo el tema de las islas por delante de nuevo. La historia real con la transmitida tiene sus cambios y modificaciones depende quién la cuente”, sentenció.
El autor entiende como elemento curioso que cuando se creó “el famoso Virreinato del Río de la Plata, que los argentinos dicen ser los herederos, el territorio era una faja de pocos kilómetros donde está Buenos Aires y llegaba apenas al Río de la Plata. Para abajo nada, eso era territorio deshabitado, así se entendía en aquellos años”.
En tal sentido “esa faja de costa es la que el rey decretó que debe estar bajo la supervisión del Apostadero Naval de Montevideo de lo que se deduce que el Océano Atlántico, sus islas y la costa patagónica hasta Tierra del Fuego, etc, estaba bajo la jurisdicción uruguaya, el Apostadero Naval de Montevideo donde había potestades administrativas religiosas, defensivas, o sea, eran el Gobierno”.
Por su parte la Compañía Naval Marítima “se había fundado para pescar en el sur ballenas, focas y lobos marinos y se fundó en la Isla de Gorriti por razones climáticas más que nada, hasta hoy hay ruinas que prueban esto”.
La idea de hacer este libro entre ambos autores surgió, “de mi parte, del gusto por hurgar en los documentos antiguos. Este libro es una asociación yo soy el historiador y Alfredo se ha especializado en los habitantes primitivos de América. Empezamos a estudiar y vimos que todo estaba mal”, dijo Ackermann, “a mí no me interesan las posibilidades políticas de todo esto, hacemos un ordenamiento histórico con el objetivo de demostrar que todos los conceptos manejados están mal”.
Interrogado sobre las posibilidades que se abren a futuro con este estudio convertido en libro, Ackermann manifestó que “todas fueron analizadas”. “Cuando las Islas Malvinas quedaron bajo la supervisión de Montevideo hasta 1811, la Argentina las invade hasta 1820. En aquellos años nos teníamos que sacar a los porteños de la Banda Oriental, a los portugueses y a los brasileros, no podíamos reclamar nada, no estábamos en condiciones, las cosas fueron pasando, no se pretende hacer una gesta, solo esclarecer las cosas”.
“Muchos historiadores no le han hincado el diente a este tema pero están convencidos de esta línea de razonamiento. Al final del libro hacemos un cuadro de posibilidades y decimos qué puede pasar si reivindicamos a las Malvinas. Podemos quererlas o no. Si las queremos podemos hacer un Gobierno mixto con las islas, dejar una instalación inglesa, cederle una porción a Argentina y que los países del Mercosur las administren, en fin hay varios caminos”, analizó el autor.
Al cierre de sus declaraciones a Espectador.com el arquitecto Ackermann dejó una reflexión de cara al futuro: “Argentina es otro ejemplo, ha tomado como causa nacional a las Malvinas con una dictadura que se caía a pedazos, y en la actualidad vuelve a apelar al tema, con un Gobierno que atraviesa una crisis total, poniéndole a ese pueblo el tema de las islas por delante de nuevo. La historia real con la transmitida tiene sus cambios y modificaciones depende quién la cuente”, sentenció.
ah bueh, no se preocupen se las pueden quedar, si nos metemos en una guerra con argentina, nos comen en dos panes jeje.
ResponderEliminarjajaja que risa ese libro
ResponderEliminarNi en pedo gasto plata en un libro, cuyo titulo es una pregunta...
ResponderEliminarO son, o no son; pero no podes escribir 300 paginas de un libro, para titularlo con una pregunta...
what????
ResponderEliminarQué idiotez!!! Por Dios!
ResponderEliminarEs la pura verdad. Dependían de Montevideo en el Virreinato. Luego los españoles las abandonan (por la revolución platense). En los años 1820 (+-) Rosas impulsa su ocupación.
ResponderEliminarLuego los británicos, le ganan de mano a los yankis y las ocupan.
Y con argumento históricos Uruguay las puede reclamar, al igual que Argentina. No hay verdades absolutas. La argentinidad de las islas, como su pertenencia al UK, como a Uruguay, son TODAS DUDOSAS.
Es la pura verdad. Dependían de Montevideo en el Virreinato. Luego los españoles las abandonan (por la revolución platense). En los años 1820 (+-) Rosas impulsa su ocupación.
ResponderEliminarLuego los británicos, le ganan de mano a los yankis y las ocupan.
Y con argumento históricos Uruguay las puede reclamar, al igual que Argentina. No hay verdades absolutas. La argentinidad de las islas, como su pertenencia al UK, como a Uruguay, son TODAS DUDOSAS.
Para mi son bolivianas
ResponderEliminarSi, bolivianas, sobre todo por la salida al O. Atlántico de Bolivia
ResponderEliminarjaja! justo que la krisitilinga las usa de caballito de batalla para hacerse la nacionalista y soberana.
ResponderEliminaréramos pocos... y ahora los uruguayos ajajaj
ResponderEliminarpor lo visto los autores del libro, ya empezaron a fumar de la plantita del pepe mujica!.
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