lunes, 12 de marzo de 2012

Mientras Ángela Merkel va al súper, Cristina elige el luto de lujo


El pasado viernes 2 de marzo, a las 10.30 horas, la canciller alemana, Angela Merkel, firmaba en Bruselas el Pacto Fiscal, un paquete de austeridad de cientos de miles de millones que marcará en adelante la política económica de todo un continente.

Ese mismo día, a las 17.00, la canciller estaba de vuelta en Berlín, camino a casa, se detuvo en un supermercado del centro para comprar unos pimientos, una col, aceitunas y una botella de vino blanco.

La imagen fue captada por uno de los clientes del supermercado, y fue publicada después por el diario alemán ’Bild Zeitung’. Y por las repercusiones, a nadie le  llamó demasiado la atención la presencia de la canciller porque la imagen es relativamente habitual.
 
La noticia, obliga a los argentinos a reflexionar acerca del comportamiento de la  Presidente Cristina Fernández, quien por un lado tiene un discurso nacional y popular -para los otros, claro- y por otro es conocido que tiene debilidad por el consumo de objetos de lujo como carteras, zapatos, joyas y ropa.


El contrapunto entre una mandataria y otra es enorme. Y no se trata sólo de una cuestión de estilo, costumbres o vestirse. La forma de ejercer el poder de cada una se traduce en números, y mientras que a Merkel le da buenos resultados, Cristina sufre la peor baja desde que es Presidente.

Veamos: pese a mantener todavía el luto, los diseñadores que la visten son de los más cotizados en Buenos Aires, y nunca olvida su Rolex, los anillos Bulgari y los accesorios de lujo. Vale recordar aquella nota que publicó el New York Post cuando Cristina y Néstor Kirchner visitaban USA para la Asamblea General de las Naciones Unidas. Entre las intimidades que relataron, ese medio aseguraba que Cristina Fernández había gastado US$110.000 en zapatos en su viaje a Francia.

Según The New York Post, la presidente argentina había comprado veinte pares de zapatos en París, de la firma Christian Loboutin. Los exclusivos calzados, según el  periódico, se tasaban en 5.500 dólares cada par aproximadamente.

La mandataria no sólo habría comprado zapatos, sino también carteras de las firmas  Louis Vuitton, Hermès Birkin y Kelly.

En Olivos, dicen que Cristina necesita para guardar sus vestidos, sus sacos, chaquetas y zapatos, un espacio de 95 metros cuadrados, aproximadamente el tamaño de un departamento de tres habitaciones.


El look ’luto de lujo’ que está implementando, no está alcanzando para tapar los frentes que amenazan al gobierno hoy día. La Presidente parece estar cada vez más alejada de la realidad. Algo de lo que a Merkel evidentemente no le pasa. y es una cuestión de estilo de ejercer el poder. Y a Merkel le funciona.

Es justamente ese apego a la realidad de un presupuesto, a la realidad diaria de los alemanes, lo que el electorado sigue agradeciendo a Merkel. A pesar de que los alemanes están mayoritariamente (62%) en contra de los rescates europeos, ven en  la canciller a alguien en quien se puede confiar la administración de los bienes públicos y les da tranquilidad saber que pisa con igual naturalidad las alfombras rojas de las cumbres europeas que la cola para pagar en la caja del supermercado.

De hecho, Merkel disfruta en este momento de su mayor nivel de popularidad desde la reelección en 2009, según una encuesta de la revista ’Stern’ que le da un 64%  de respaldo. Para sacarla del gobierno en las próximas elecciones, si los sondeos no cambian, sería necesaria una coalición de socialdemócratas y verdes con el  estigma de no poder situar en la Cancillería al candidato más votado.

En cambio, a Cristina, cada vez más desbordada en sus discursos y evidentemente afectada, los números le dan cada vez peor. Días atrás, el consultor Enrique Zuleta Puceiro sentenció: "Cristina bajó diez puntos, es una señal".

La discusión por la quita de subsidios "le costó aproximadamente entre final de diciembre y el mes de enero "antes de la crisis de febrero" unos 5 puntos. "En  evaluación de desempeño, señaló, "tenía un 52%" y "bajó a un 46%". Hace catorce  días, la tragedia del tren de TBA en Once, con 51 muertos, más de 700 heridos y varios funcionarios nacionales en la mira de la Justicia, provocó un descenso de otros cinco puntos por lo que, concluyó, durante el verano "puede ser que haya perdido 10 puntos", dijo.

La conexión con la realidad es hoy un ítem que el electorado valora. Y en el  Gobierno argentino, ese es justamente el talón de aquiles.


Fuente: Argentinos24