Primero, los hechos. El lunes 6, en el mediodía de radio Mitre, Nicolás Wiñazki dio a conocer el resultado de una investigación que le había llevado varios meses: Alejandro Paul Vanderbroele, un monotributista categoría B (con ingresos de poco más de $ 1.000 al mes declarados a la AFIP) se había quedado con Ciccone Calcográfica, la única empresa privada de la Argentina autorizada para imprimir papel moneda, cheques, patentes de automóviles, etc.
Pero esta no era solamente una historia de evasión impositiva. Vanderbroele estaba vinculado al vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, lo que explicaba la sucesión de hechos irregulares que permitieron que el monotributista emprendedor se quedara con una empresa quebrada que facturaba 200 millones de dólares al año.
El desembarco de Vanderbroele en Ciccone estuvo rodeado de un constante aire de impunidad y fue posible gracias a una cadena de hechos irregulares que trasciende la casualidad:
El juez de la quiebra de Ciccone, pedida por la AFIP, Javier Cosentino, decidió que la planta podía ser alquilada y abrió la posibilidad de ofertas: la empresa Boldt (una compañía con antecedentes en el mercado gráfico y en el juego) se impuso sobre la Casa de la Moneda y la propia AFIP.
La AFIP decidió, entonces, pedir que se levantara la misma quiebra que antes había solicitado.
Al secretario Guillermo Moreno le tocó cerrar la pinza: Comercio Interior decretó que Boldt ya tenía una imprenta, por lo que el alquiler de Ciccone “producía una concentración empresaria” del sector gráfico.
La Cámara de Apelaciones en lo Penal Económico hizo lugar a la medida de Moreno.
Varios acreedores de Ciccone recibieron, en medio del proceso judicial, la visita de un representante de Boudou y, en nombre del entonces ministro de Economía, quien les sugirió que aceptaran en Ciccone al fondo de inversión manejado por Vanderbroele: The Old Fund.
El 3 de septiembre de 2010, Vanderbroele hizo rendir como nadie sus $ 1.000 mensuales declarados al fisco: pagó en la sucursal Tribunales del Banco Ciudad $ 567 mil en efectivo para levantar la quiebra de Ciccone.
Vanderbroele no llegó con una sola mano a hacerse de la empresa. Lo permitieron varias manos: Ricardo Echegaray, titular de la AFIP, arrepentida de la quiebra que ella misma había pedido; el secretario de Comercio, que vio allí otra amenaza de monopolio; los jueces que hicieron la venia sin chistar y la influencia del vicepresidente de la Nación.
“Yo soy un hombre de Amado Boudou, represento al Gobierno y ustedes no se tienen que preocupar por el futuro de la empresa”, le dijo Vanderbroele a los empleados de Ciccone y a los delegados del sindicato gráfico en una de sus primeras visitas a la empresa. “Tenemos garantizado que después de las elecciones vamos a imprimir papel moneda”, abundó.
Llegaba pisando terreno seguro: antes de las elecciones había tercerizado la impresión de las boletas del Frente para la Victoria.
“Me dijo que estaba haciendo negocios con él, que se iba a quedar con buen dinero, que se trataba de coimas”, me dijo aquel lunes en la radio Laura Muñoz, la esposa de Vanderbroele, separada de hecho, enfrentados por la tenencia de su pequeña hija.
Ante el micrófono, Laura Muñoz sonaba segura y valiente: contó que había recibido amenazas, que intentaron comprarla, que quisieron hacerla pasar por loca y que hablaba como su única salida para defenderse. “Ahora que esto es público, no se van a animar a matarme”, dijo.
En paralelo, Andrea Rodríguez, productora de Lanata sin filtro, intentaba comunicarse con el celular de Vanderbroele. El amigo de Boudou atendió en persona y cortó la comunicación. El vocero del vicepresidente también había enmudecido.
—¿Estás convencida de que tu esposo es un testaferro de Boudou? –le pregunté.
—No tengo ninguna duda –dijo.
Otro funcionario cercano al vicepresidente entró en escena para favorecer al monotributista entrepreneur. Katya Daura, titular de la Casa de la Moneda, le recomendó al Banco Central que Ciccone imprima la mitad de los billetes de 100 pesos que se pondrán en circulación este año: 600 millones de billetes a un costo de unos 50 millones de dólares.
Los días posteriores.
El aparato oficial de propaganda ignoró el hecho por completo, aunque la mayoría de los diarios y radios del país se ocuparon del asunto.
El vicepresidente evitó cuidadosamente al periodismo y ningún funcionario del Gobierno, incluidos los opinadores profesionales, mencionaron la denuncia, ni siquiera para desacreditarla.
El martes 7, a las 14.12, mi interés en el asunto ya era casi antropológico. Le pregunté al ex fiscal anticorrupción Manuel Garrido si le encontraba explicación al silencio judicial: ¿ningún fiscal actuaba porque recibían llamados oficiales? ¿Por miedo? ¿Por abulia?
“Obviamente, tienen que
actuar, pero no lo van a hacer porque los órganos de investigación están
desmantelados. Esto se va a ir diluyendo con el tiempo”, dijo Garrido,
quien abandonó su carrera judicial harto de la misma enfermedad.
Y
siguió: “Todo el mundo sabe que quien hace una investigación que afecta
al Gobierno va a tener problemas en su carrera. Están todos
domesticados. Los fiscales saben que si investigan esto van a tener
consecuencias negativas. Los casos graves de corrupción terminan en la
nada porque hay intereses que hacen que los jueces no avancen en las
causas; ni siquiera pueden abrir investigaciones de oficio porque se
arriesgan a sanciones de la Procuraduría o de otro organismo”.
La verdad es, a veces, luminosa y cruel. Pero conocerla nos vuelve responsables.
“Están
todos domesticados”, dijo Garrido. Domesticar significa amansar y hacer
dócil a un animal o a una población entera. No es lo mismo que “domar”,
es peor que eso: en la doma, el animal sigue siendo salvaje, en la
domesticación se vuelve genéticamente dócil.
Todos recordarán aquella historia de los elefantes en los circos: desde pequeños, los atan a una estaca; en los primeros meses, la estaca tiene más fuerza que el elefante bebé, pero a medida que el animal crece la tensión de la madera es cada vez más insignificante. A los pocos meses, el elefante bien podría, de un tirón, liberarse de la estaca. Pero no lo hace. Está domesticado. Ni siquiera hace falta algo que lo retenga. Es él mismo quien no quiere salir o quien cree que no puede hacerlo.
me hubiera gustado que alguien saliera y dijera que es mentira, que es una campaña, cualquier cosa. o algún fiscal tomara cartas en el asunto, pero no, hay un montón de perros que han volteado la olla, o sea se hacen los boludos.
ResponderEliminarLANATA DEJO DE SER CREIBLE, SE VENDIO AL QUE AYER DENOSTABA!
ResponderEliminarMas allá de lo que sea el gordo Lanata, me interesa saber quien es el "BUDU",,,,,
ResponderEliminarMas allá de lo que sea el gordo Lanata, me interesa saber quien es el "BUDU",,,,,
ResponderEliminarFUSH! FUSH! LANATA!
ResponderEliminarA Lanata si sigue así lo vuelven JAZMIN, con esta maffia no se juega
ResponderEliminarEn cualquier momento lo aprietan y se autoexilia.
ResponderEliminarEn nuestro país hoy operan fuerzas que harían sonrojar a la Triple A del Brujo Lopez Rega.
Seguiremos poblando Ponsombyland
Mira nomas! LEELA A LA GALLEGA! ella esta domesticada, como no van a estar jueces y demas lakras!
ResponderEliminarLa gallega es un exponenete de un kakista que NO LE INTERESA la noticia, mas que para agredir a quien la produce.
Es parte de ese 54% DOMESTICADO!
Los comentarios de LANATA valen
ResponderEliminarlo mismo que los de CARRIO, NADA...
Tanto va el cántaro a la fuente
que al final se rompe, los totalmente
obnubilados por el odio, sigan teniéndolo como su gurú, el resto no
le cree.....
Nadie va a poner en peligro la institucionalizad del país por una
sanata más del poder económico.
Siii, claro... seguro que esto es "sanata".
ResponderEliminarSalí del tarro 17:22.
La ignorancia es tu pero enemigo.
No tenes idea de lo grande que es la mafia de los K.
Digo de los K porque son los que están en el poder ahora.
Mañana serán otros. Siempre hanrá otros.
Que asco me da Boudou y Con Calamaro, peor.
ResponderEliminarBOUDOU DEBERIA HACERSE UN LOOK MAS TIPO MIAMI, DA MUY VILLA 31 COMO ESTA.
ResponderEliminarA todos los que dicen que Lanata dejó de ser creíble, no se les da por preguntarse que ante tamaña denuncia nadie la desmienta ni la investigue? Perdónenme pero cualquier persona de bien, a la cual se le cuestione su buen nombre lo mínimo que haría es salir a demostrar su inocencia y a cualquier perejil que se le acuse de la mitad de estas cosas, algún juez lo investigaría... Y si hablamos de un funcionario de gobierno, con más razón debería dar explicaciones!! porque se lo acusa no solo de incurrir en ilícitos, sino de hacerlo amparado en las prerrogativas y contactos de su cargo.
ResponderEliminarPueden seguir hasta el hartazgo, diciendo que Lanata dejó de ser creíble, eso es mucho más de lo que se puede decir de este gobierno, QUE NUNCA FUE CREÍBLE (ni siquiera dejó de serlo...)
Dani a los kakistas, tanto los q opinana aca como los del poder, NO LES INTERESA LOS ROBOS MIENTRAS SEAN ROBOS para la corona o vos pensas que este tipo se curte solo? hay muchos organizmos metidos en el medio, tiene la veña de la corona! olvidate!
ResponderEliminarESTOY TAN ASQUEADA DE ESTA LACRA KAKISTA QUE NI DAN GANAS DE COMENTAR.
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