La palabra de Luis Ventura luego del escándalo

¿Qué pasó con Carmen?

No sé, a mí no me pasó, le pasó a ella. Conmigo, es la segunda vez que se levanta y se va, ya había pasado en un móvil. La otra vez porque dijo una barbaridad acerca de una obra. Criticó al público de las provincias y dijo que la obra en que estaba yo en ese momento, “What pass?”, con Moria, iba a salas de morondanga. Nosotros veníamos de hacer Salta y Jujuy a sala llena. Ella dice que hay que defender las fuentes de trabajo y se estaba cagan… en toda una compañía, y dentro de esa compañía estaba yo. Pero no lo tomé a mal. Sólo le dije que estaba faltando a la verdad, ni siquiera le dije que estaba mintiendo.


¿Y sobre lo que pasó recién?

Ahora, me desafía desde que entra hasta que se va. Primero, no saludándome. Saluda a todos menos a mí. Yo la miraba creyendo que iba a saludarme, pero siempre me dio la espalda. Segundo, tira la chicana del teléfono nombrando a Ricardo Fort, chicana en la que Jorge no entró. Tercero, dice que no se mete en la vida privada de la gente y fustiga a los que publicaron el tema de Juanita Viale, o sea, palo para mí también. Y por último mete la llamada telefónica de alguien que para todo el mundo está enemistada conmigo como lo es Silvia Süller. Acá tenés el mensaje que me acaba de mandar la Süller: “Te juro por mis hijos que no tengo nada que ver. Qué me importa a mí Carmen. Mi amigo sos vos”. Yo había hablado con Silvia justo esta mañana para hacerle una nota por el caso Rimolo. Si hubiese estado peleado, me comía esa chicana también. Acto seguido me dice “¿qué me estás mirando? ¿Estás enojado?”. Siempre supe que esto iba a terminar como terminó. El filósofo Polino dijo: “No es gorda, es mala”. Después va a la Iglesia, compra estampitas, se saca fotos con los santos… Mejor que llene su corazón. Menos siliconas y más bondad. Y después de todo lo que le hizo al padre, le hace homenajes. Tarde. Tarde.

¿Dónde creés que nace este ensañamiento de Carmen hacia vos?

No sé, es un problema de ella. Yo lo único que hice fue potenciar su obra, sus figuras, su compañía, su calidad y su capacidad artística… No sé de dónde nace. Pero me ningunea siempre. No me saluda, mira para otro lado, se hace la bol… todo el tiempo. Nunca le falté el respeto. Si ella buscó ofenderme, no lo logró. Es más, si ahora viene a saludarme, le doy un beso, yo no soy maleducado. Tiene que escucharlo más a su Santiago Bal. Menos bol… y más Santiago Bal. Y además si es tan amiga de Gaby Gerl como dice que es, que le garpe el hospital, que no tiene plata para garpar la internación.


Fuente: PY