Silvia Randall: Otra ´atacada` por Cherutti, salió a hablar

Fragmento de su relato...

“Antes no se hablaban de estas cosas, mi caso no se hizo público, aunque muchos lo sabían”, recuerda Silvia.

“Me había dedicado al tango, ellos (Nito y Miguel) estaban en el Broadway y yo volví a la revista porque estaba floja de trabajo, entre el 2000 y 2001. Fui a saludar a Nito (Artaza) porque lo conocía, y él me mando a hablar con Miguel, con quien charlamos en el camarín”, relata Silvia.

“Fui con ropa de audición (malla y zapatos para bailar, entre otras cosas). Miguel me recibió en un camarín, donde me sentí muy incomoda y a la segunda reunión no fui”, agregó.

A la hora de expresar las sensaciones de aquel momento, Silvia es bien clara. “Hubo un revoleo de capa, como de rey que revolea la capa. Yo supuse que la audición iba a ser en el escenario, pero fue en el camarín donde me estaba cambiando. Entró al camarín, me abrazó y me dijo, mirándonos al espejo, ‘que linda pareja que hacemos’. Me dio la sensación de ‘te quiero tocar’, no fue directo. No se puede catalogar de acoso, pero él entro al camarín, yo no lo invité”, dijo.

“Cuando me abrazó, yo retrocedí, se dio cuenta que yo no había ido a otra cosa que no sea a audicionar, a hablar de trabajo”, afirma.

Aunque el productor no alcanzó a verla desnuda, Silvia sostiene: “Sentí que cuando entró al camarín no entró un productor, entró un seductor. Por eso digo que es confuso. No se lo puede acusar de acosador, pero tampoco no lo es. Tampoco puedo decir que estas chicas son santas”.

Hoy, lejos de aquel pelo negro, pero con un look que irradia sensualidad, explica que “esto no pasa solamente con Miguel. El medio es así. Todas las que dicen que nunca les pasó, no les creo. Es políticamente correcto decir ‘no, a mí jamás, a mí siempre me trataron con respeto’. Cherutti no fue directo como (Jorge) Porcel, que te decía ‘vení con la bombacha en la mano para pedirme trabajo’”.

Leer la nota completa aquí.



Fuente: Crónica