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La odisea amorosa de un periodista del Grupo Clarín

Aunque el recurso enigmático no sea buen consejero, la realidad indica que dar el nombre de esta persona pondría en jaque su vida amorosa y la idea, como siempre, no es manchar a nadie sino contar, en todo de broma, las intimidades del mundo de la farándula.

Parece ser que en el seno del Grupo Clarín, además de estar muy preocupados por los embates del Gobierno con el tema Fibertel y Papel Prensa, están bastante nerviosos con la actitud de un emblemático periodista de la emisora que, lejos de disfrutar de su buen pasar económico, vive amargado por sus vaivenes amorosos. El muchacho en cuestión acaba de separarse de su pareja y está más mala que nunca.

Usamos el término en femenino porque así lo llaman en los pasillos de la calle Lima, sobre todo en el departamento de noticias de la empresa. Lo curioso del caso es que en el seno laboral ya es un secreto a voces que el morocho se inclina por las personas de su mismo sexo, al punto tal que alguna vez fue vinculado sentimentalmente con uno de sus jefes.

Pero la razón de su ira pasa porque no sólo se quedó sin su media naranja, sino que decidió emprender una vida social muy movediza y se interna, durante muchos fines de semana, en la disco Human, un reducto gay de Buenos Aires que se ha puesto de moda y que alojó, para que se den una idea, durante muchos años, a Ricardo Fort, por ejemplo.

Lo cierto es que durante su última aparición en ese local bailable, el periodista morocha que lentamente comienza a peinar algunas canas, se encontró con el soñador en Bailando 2010 de una famosa cantante y poetisa. Intentó por todos los medios concretar una salida extra con el bailarín pero éste lo rechazó como un perro maltrata a un gato, hecho que le hizo ver la realidad: Que ya está viejo para esos trotes. Al lunes siguiente, la cara de traste era aún mayor. Mientras tanto, sus compañeros añoran que sane pronto su corazón con agujeritos porque es imbancable.

Fuente: La Vidriera Especial