Lo que no se debe permitir

En pleno centro porteño: Florida y Lavalle

Un "profesional del tango" maltrata en público a turistas

La esquina de Florida y Lavalle, copada por el tango. (Foto alusiva)

Un autodenominado "profesional del tango" tiene una rara costumbre al momento de brindar su show de baile "totalmente gratuito" en pleno corazón del centro de la ciudad de Buenos Aires: luego de mostrar su destreza artística junto a una elegante compañera de baile, llega el momento por todos conocido, el paso de la gorra, que en este caso es un elegante sombrero que identifica a los varones del dos por cuatro y, cuando observa y sobre todo escucha que los ocasionales espectadores depositan monedas les dice en tono casi amenazante: "¡Por favor, monedas no, pongan solamente billetes!".

Agencia NOVA fue testigo, este miércoles por la noche, cuando un turista fue agredido por el "profesional del tango" que todos los días se presenta junto a un pequeño grupo de asistentes en el cruce de las céntricas peatonales Florida y Lavalle, lugar al que concurren miles de turistas -en su mayoría, extranjeros- que recorren esa importante zona comercial.

El turista en cuestión, con una moderna cámara filmadora en mano, comenzó a tomar imágenes de lo que sería el inicio del baile del "profesional del tango". En ese preciso momento, su compañera de show "pasó el sombrero" para que el público asistente depositara el dinero que consideraba apropiado para el espectáculo que estaban viendo, tal la consigna escuchada por los parlantes dispuestos en la puesta en escena.

Cuando la bailarina pasó su sombrero delante del turista que filmaba -un ecuatoriano de unos 50 años de edad- éste dejó caer en el mismo un billete de Diez Pesos ($ 10) argentinos. Al observar esa situación, el "profesional del tango" le dijo bien en voz alta y como para que los demás espectadores no tuvieran dudas: "Señor, usted puso Diez Centavos, le dije que no pongan monedas, queremos billetes".

"El profesional del tango" seguía con su exigencia a viva voz y con tono enérgico casi al borde del reto a sus espectadores, es decir, nada de monedas. Sólo billetes.

No contento con su accionar, volvió a dirigirse al turista ecuatoriano que ya estaba filmando las escenas previas de la presentación del baile. "Señor, usted es turista, así que ponga Diez Dólares en lugar de Diez Centavos", le exigió.

El turista, totalmente molesto por la actitud del "profesional del tango", le dijo que se fijara bien en el sombrero y constatara que había entregado Diez Pesos y no Diez Centavos. Por supuesto, el bailarín negó esa posibilidad y volvió a insistir conque su espectáculo "vale más de Diez Pesos", para luego exigirle en tono amenazante: "Ponga Diez Dólares".

Ante esa negativa, el tanguero de poca ley comenzó a propalar un discurso que hizo que todos los presentes se miraran a la cara con gestos de no entender lo que estaba sucediendo. "Usted está filmando un espectáculo que cuando lo tenga en su país podrá ser un documento de enorme valor cultural, y eso vale, porque mi trabajo vale... así que ponga Diez Dólares en lugar de Diez Centavos", decía a viva voz mientras sus compañeros lo observaban asombrados y totalmente estáticos.

"Si quiere que su espectáculo tenga un valor, cobre una entrada y no diga que es gratuito", le dijo el hasta ese momento avergonzado turista, a quien todos miraban como si fuera responsable de algo. Acto seguido, dejó de filmar y se acercó hasta donde estaba el sombrero y le dijo al "profesional del tango" que se fijara bien pues allí había dejado depositado sus Diez Pesos.

"El único billete que veo es uno de Dos Pesos", le dijo en tono de burla el ya devaluado artista. La consecuencia, obvia, fue el retiro del lugar del turista que pretendía filmar un espectáculo y por supuesto pasar un buen momento junto a su familia.

Evidentemente, eligió un mal día. Paradoja de la casualidad: ese mismo miércoles la UNESCO, reunida en Dubai, declaraba al Tango "Patrimonio de la Humanidad".

Mientras el disgustado turista se alejaba de Florida y Lavalle, el "profesional del tango" pretendió volver a la compostura al pedirle a sus ahora muy pocos espectadores "un lindo aplauso para comenzar a ver este gran show". Solamente aplaudieron sus colaboradores.

¿Alguien del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires regulará este tipo de "espectáculos"?


Fuente: www.agencianova.com